ETA

Homenajes a etarras: la Fiscalía pide cinco años y medio de cárcel para "Kubati" y otros cinco exintegrantes de la banda

El fiscal hace hincapié en que esos actos produjeron "una constante humillación" y "un impacto psicológico negativo" en las víctimas

José Antonio López Ruiz, "Kubati"
El exdirigente de ETA José Antonio López Ruiz, "Kubati", en un homenaje a presos etarrasMIGUEL TOÑAAgencia EFE

La Fiscalía pide una condena de cinco años y siete meses de prisión -frente a los nueve que pide la AVT y los ocho años y nueve meses que solicita Dignidad y Justicia- para el exdirigente de ETA Antonio López Ruiz, "Kubati", y otros cinco antiguos integrantes de la banda terrorista -Haymar Altuna, Oihana Garmendia, Oihana San Vicente, Carlos Sáez de Egilaz y Felipe San Epifanio- por la organización de 120 homenajes a presos de ETA entre diciembre de 2016 y noviembre de 2020 a través de "Kalera Kalera" (a la calle), la dinámica abertzale de apoyo a los reclusos etarras. El Ministerio Público les imputa un delito de constitución y dirección de una organización criminal y otro continuado de humillación a las víctimas del terrorismo y enaltecimiento.

El Ministerio Público solicita además para ellos cuatro años de libertad vigilada una vez cumplan condena, una multa de 4.800 euros y que se les prohíba ejercer durante diez años oficios educativos en los ámbitos docente, deportivo y de tiempo libre.

En el escrito de acusación, el fiscal Carlos García-Berro asegura que entre 2016 y 2020 "Kalera Kalera", dirigida por los acusados, "se encargó de organizar de forma reiterada y sistemática ongi etorris y otros actos de homenaje dispensados a miembros de la banda terrorista ETA en el momento de su excarcelación, del regreso a España y de su fallecimiento".

"Enfado" y "sentimiento de injusticia" en las víctimas

La organización "reiterada y sistemática" de estos actos "de indudable contenido laudatorio" a los presos de ETA encuadrados en el EPPK o colectivo de presos -subraya- "produjo una constante humillación a las víctimas y un impacto psicológico negativo" en quienes han sufrido en primera persona el terrorismo de la banda criminal, que se traducía en "emociones y sentimientos relacionados con enfado, el sentimiento de injusticia y la humillación, con una intensidad muy elevada".

Asimismo, continúa, también generaron en ellas "un sentimiento de abandono muy elevado". Especialmente entre las víctimas que residían en el País Vasco, añade, "influyeron negativamente en la vida diaria", interfiriendo en su "recuperación psicológica". Por todo ello, para la Fiscalía esos homenajes produjeron en las víctimas de ETA "un proceso de revictimización prolongando de forma humillante el sufrimiento de las mismas".

El fiscal recuerda que los "ongi etorris" eran organizados por "Kalera Kalera" con la banda terrorista inactiva o disuelta, si bien el homenaje a los presos de ETA "viene de antiguo". Asimismo, señala que Desde 2016 todas las cuestiones referidas al colectivo de presos terroristas (EPPK) que antes habían sido desarrolladas por ETA a través de Gestoras Pro-Amnistía, pasaron a ser competencia de Sortu, a cuya "comisión de presos” pertenecían los acusados. Esa dinamización de los homenajes a etarras se canalizó fundamentalmente a través de "Kalera Kalera", pero también mediante la "utilización instrumental de otras entidades".

Miedo a que venga "un capullo de Covite"

"La pretensión de control de los actos de homenaje a integrantes de la banda terrorista ETA se muestra global -afirma el representante del Ministerio Público- de suerte que se trata de controlar aquellos actos que terceras personas ajenas al movimiento organizan o tratan de organizar".

La organización de este tipo de actos, continúa, se realizó "a través de normas estrictas tanto en lo referente a qué presos se rendía tributo como en lo concerniente a cómo se debía desarrollar el homenaje". Así, solo merecieron ese tributo aquellos presos "que se habían mantenido durante su cautiverio dentro de la disciplina del colectivo de presos". De hecho, ninguno de los que se acogió a la "vía Nanclares" fueron recibidos con honores tras su excarcelación. Como tampoco quienes se desvincularon del EPPK por ser contarios al abandono de la lucha armada.

El fiscal recuerda que gracias a la presión social y a las investigaciones judiciales por enaltecimiento del terrorismo "se decidió cambiar el formato", optando por una menor "proyección", desarrollándolos "en un espacio cerrado" y evitando hablar expresamente de "ongi etorri". Una cautela que queda de manifiesto con motivo del recibimiento al etarra Aitor Zelaia en Vitoria el 30 de julio de 2019, cuando un dirigente de Sortu en Álava deja claro en un mensaje intervenido que "no va a haber llamamiento ni carteles, no va a haber nada, no es ningún homenaje ni muchísimo menos", expresando su temor a "si vienen medios o viene algún otro a tocar las narices" o "un capullo de Covite y la gente se caliente".