Editorial

El submarino: Temores morados

En los últimos días, Podemos y sus aledaños son un sinvivir, y con razón

Los fundadores de Podemos, Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero / EFE
Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero / EFElarazon

En los últimos días, Podemos y sus aledaños son un sinvivir, y con razón. La paranoia corre como la pólvora después de la filtración de chats internos de las altas jerarquías mientras que en el partido se preparan ante la posibilidad de que ciertos «cadáveres» se levanten de sus tumbas. Así, hay quien ha recordado la historia de cierta exalumna, vinculada sentimentalmente a un conocido «youtuber», sobre los refrescos de lavabo de Pablo Iglesias. Y todo con un ojo puesto en Juan Carlos Monedero, el que algunos creen que podría «cantar» sobre las noches de Lavapiés y otras farras si se le tocan las narices.