Macroeconomía

El tirón del PIB no llega a los hogares, ahogados a impuestos

El crecimiento del PIB cerró 2024 en el 3,2%, pero el Gobierno fuerza a la clase media a un sobreesfuerzo fiscal de 1.100 euros y 1 de cada 4 hogares no llega a fin de mes. Las rentas medias han pagado ya más de 9.700 millones extras por la crisis inflacionaria

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María Jesús Montero Europa Press

Las cifras «macro» avalarían las políticas económicas del Gobierno si se reflejaran sobre la economía real de los hogares, entre los que la clase media ha vuelto a ser la más perjudicada por la presión fiscal, la inflación y la coyuntura financiera. Los últimos datos de la Contabilidad Nacional que ayer publicó el INE muestran que la economía española creció el 3,2% en 2024, medio punto más que en 2023 (2,7%), lo que le mantiene en el vagón de cabeza de las economías de la zona euro, con un aumento del PIB 3,5 veces superior a la media comunitaria. Este impulso se ha producido, fundamentalmente, por la demanda interna, con una aportación de 2,8 puntos al crecimiento del PIB gracias a la recuperación del consumo privado y de la inversión, que se ha acelerado en el último trimestre del año, para anotar un crecimiento interanual del 4,5% en la capacidad inversora. Y todo a pesar de que la demanda externa ha mostrado síntomas de debilidad, con una contribución negativa de cuatro décimas.

En concreto, el INE destaca que en el cuarto trimestre la economía avanzó el 0,8%, con un empuje del consumo de los hogares del 1% y una inversión empresarial que alcanzó el 2,9%. El valor a precios corrientes del PIB para todo el año se situó en 1,591 billones de euros, un 6,2% superior al de 2023.

Pese a la ralentización del último trimestre, también destacó el dinamismo del mercado laboral, con la creación de casi 500.000 puestos de trabajo, con una «constatable recuperación del poder adquisitivo de los asalariados» gracias al «crecimiento de su remuneración» en los últimos trimestres, según apuntaron fuentes ministeriales, aunque la realidad parece bien distinta, ya que la presión fiscal y la pérdida de capacidad de compra ha impactado de lleno en los hogares, sobre todo en los más vulnerables y en los de clase media.

PIB
PIBT. GallardoLa Razón

Así los constata el último informe de Funcas, que confirma que la negativa del Gobierno a indexar la inflación en el IRPF entre 2021 y 2024 ha provocado un sobreesfuerzo fiscal medio de 458 euros por declarante en las rentas medias y de 311 euros en las rentas medias bajas, mientras que para las rentas altas fue de 622 euros por persona. Pero si se añade el efecto del IVA, el coste fiscal acumulado para un hogar medio rondaría los 1.100 euros.

El estudio, publicado ayer por el economista Desiderio Romero-Jordán, advierte de que la falta de indexación automática de tramos y deducciones ya ha generado un aumento de la recaudación para las arcas públicas de casi 9.750 millones de euros entre 2021 y 2024, siendo el año 2022 el de mayor impacto en la recaudación, con 4.597 millones de euros que se escaparon de los bolsillos de las familias españolas. justo «cuando la inflación alcanzó su máximo postpandemia». Incluso la Airef ha estimado que la no corrección de la inflación aportará 12.600 millones de euros adicionales de recaudación durante los próximos siete años de vigencia del plan fiscal (2025-2031).

IPCH
IPCHT. GallardoLa Razón

En este sentido, Romero-Jordán habla del efecto negativo «silencioso» que la inflación ha tenido sobre el IRPF de la clase media en los últimos cuatro años, debido a la ausencia de esta indexación y a la decisión de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de aplicar una «progresividad en frío», que es la que ha generado el citado aumento de recaudación. El impacto ha sido «especialmente notable» en las rentas medias, a las que advierte de que, sin reformas, esta carga «seguirá creciendo a un ritmo cercano a 200 euros anuales», por lo que propone una «indexación periódica» del impuesto como «solución técnica eficaz», aunque «políticamente impopular» entre sus socios de Gobierno «“por beneficiar también a las rentas más altas».

Entre 2021 y 2024, el crecimiento medio acumulado de la inflación para el total de los hogares se situó en el 17,8%. Sin embargo, si se mira el efecto por tramos de gasto existen diferencias de hasta 2,8 puntos. Los hogares con menor capacidad económica –con un gasto inferior a 12.000 euros anuales– soportaron una inflación acumulada del 18,6%. Un porcentaje que fue del 15,8% para las familias que pueden permitirse gastos de más de 120.000 euros. «La razón de estas diferencias se debe a que el peso de los alimentos y la energía ha sido mayor en los hogares con menor capacidad económica», expone el informe.

Tanto la energía como los alimentos experimentaron las mayores subidas de precios en 2021, 2022 y, sobre todo, en 2024, impulsada por la retirada de las rebajas fiscales. Por tanto, el autor recuerda que «el momento temporal y la elección de la tasa de indexación afectarán a la distribución de ganadores y perdedores resultantes de dicha corrección».

Por otro lado, este notable crecimiento del PIB del 3,2% también contrasta con que una cuarta parte de la población española está en riesgo de pobreza o exclusión social (26,5%), un problema estructural que alcanza ya a casi 13 millones de personas, 400.000 más en el último año, según ha confirmado el Consejo Económico y Social. Especialmente preocupante es la situación de casi 10 millones de personas, que sobreviven con menos de 916 euros al mes por hogar. Además, el 37% de las familias no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos, el 21% arrastra pobreza energética y 1 de cada 4 ni siquiera llega a fin de mes.

Con datos de diciembre de 2024 y según el índice de pobreza de Okun, España es el país con la mayor tasa de miseria de la Unión Europea, con un 14,7%. Y pese a a esta situación, sólo una de cada diez familias bajo el umbral de la pobreza se beneficia del Ingreso Mínimo Vital, menos de la mitad del objetivo del Gobierno.