
Energía
¿Marcha atrás con el apagón nuclear? El Gobierno niega conversaciones e Iberdrola pide negociar
Iberdrola "no ha planteado nada", asegura la ministra de Transición Ecológica

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha negado hoy conversaciones sobre la modificación del cierre escalonado de los siete reactores nucleares operativos en España, que suponen la segunda fuente de generación eléctrica tras la eólica, con un 19,5% del total.
En respuesta a la demanda realizada ayer por el consejero delegado de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle, que solicitó "sentarse" para buscar soluciones al "agobio económico" de los propietarios de las cinco centrales que les permitan "seguir operando", Aagesen se ha remitido al protocolo de cierre firmado en 2019 por las empresas titulares de las centrales nucleares y ha indicado que Iberdrola "no ha planteado nada" al Ministerio sobre ese calendario.
El calendario pactado entre las empresas titulares de las nucleares y Enresa en 2019 marca el cierre pautado de las centrales hasta 2035. La próxima en parar será la de Almaraz, que apagará sus dos reactores entre 2027 y 2028.
Siguiendo la línea marcada por el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, que considera "crucial" mantener las centrales nucleares operativas, Ruiz-Tagle remarcó en el 22 Encuentro Energético organizado por IESE y Deloitte que el apagón nuclear es "una decisión de país", por lo que pidió conversar porque "hay tiempo" para resolver la situación.
El directivo recordó que España tomó "una decisión política por una mayoría gobernante" en 2019 y las empresas propietarias se sentaron con Enresa y llegaron a un acuerdo de cierre escalonado que concluye en 2035 con la central manchega de Trillo.
Marcha atrás, menos impuestos
Sin embargo, explicó que esa decisión se tomó en un momento en el que todo el mundo pensaba que "la nuclear cumplía su ciclo de vida útil y que la irían cerrando todos los países", un escenario que ha cambiado. "Bélgica lo ha hecho, iba camino de cerrar, ha parado y ha dicho 'yo no sigo'. Alemania, ¿qué está intentando hacer hoy día? Rescatar lo que ha cerrado. ¿Por qué? Porque hay que mirar los ejemplos que han pasado. Alemania ha pagado una barbaridad por el coste de la energía durante esta crisis. Si hubiera tenido las nucleares hubiera pagado menos de la mitad", apuntó.
Además, Ruiz-Tagle se refirió a la "obsolescencia económica" que motivó el acuerdo de cierre de 2019, con una carga de impuestos de 28 euros por megavatio hora (MWh), "entre impuestos propios, combustibles, reciclados, mantenimiento y las tasas autonómicas", frente a los 18 euros en otro país como Francia. Un escenario que "desgraciadamente" no ha mejorado, con un incremento en la denominada 'tasa Enresa' -que pagan las centrales nucleares para financiar los costes de desmantelar todos los reactores, de construir siete cementerios nucleares y gestionar durante décadas los residuos radiactivos-, además de "una inflación interna importante" y un incremento de precios en el uranio.
La industria necesita nuclear
Asimismo, advirtió de la volatilidad de precios que supone fiar el respaldo del sistema eléctrico a los ciclos combinados de gas natural, ante la intermitencia renovable y hasta que el almacenamiento sea suficiente. "El gas natural no tiene ninguna posibilidad de firmar un contrato de largo plazo a 40, 45, 60 o 65 euros. No lo tienes porque es un precio que depende de conflictos geopolíticos y todos los lunes por la mañana tenemos uno nuevo", dijo.
Y recordó que cualquier plan de reindustrialización pasa por energía constante y barata. "La industria, los 18.000 MW que el año pasado nos pidieron conexión a la red, buscan carga base. Cuidado con enamorarnos de las renovables sin almacenamiento que no sean capaces de dar carga base y que pasemos a un problema de inestabilidad en la red", alertó.
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