Macroeconomía

El déficit público cerró 2024 en el 3,15% del PIB, pero dentro de las reglas fiscales, al no computar las ayudas por la DANA

La ministra de Hacienda carga contra los "agoreros de la derecha y su máquina del fango" y asegura que "este Gobierno ha vuelto a cumplir con sus compromisos", que reflejan la "estabilidad" y el "saneamiento" de las cuentas públicas

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha presumido de cifras macroeconómicas en la presentación del avance de los datos de ejecución presupuestaria de las Administraciones Públicas correspondiente al año 2024, en la que ha confirmado que el déficit público disminuyó en 44.597 millones de euros, para cerrar el pasado ejercicio en el 2,8% del PIB, dos décimas por debajo de la exigencia de Bruselas con las nuevas reglas fiscales, "gracias al buen control y a la política prudente de ingresos que ha puesto en marcha el Gobierno", ha explicado Montero.

La titular de Hacienda ha defendido que estos datos reflejan la "estabilidad" y el "saneamiento" de las cuentas públicas en un contexto geopolítico incierto "que da más valor a los resultados que se han obtenido en España, que por quinto año consecutivo, ha cumplido con su objetivo de déficit e incluso ha mejorado las previsiones que tenía planteada la propia Comisión Europea. El Gobierno ha vuelto a cumplir con sus compromisos".

Montero ha apostillado que este déficit no incluye el impacto presupuestario de las ayudas aprobadas por la DANA, ya que la UE permite excluir el impacto presupuestario negativo de las catástrofes naturales, como ocurrió también ya con el terremoto de Lorca. Si se hubiera incluido, el déficit se situaría en el 3,15% del PIB, lo que supone una reducción de cuatro décimas respecto al 3,52% registrado en 2023.

"Esta contundente reducción del déficit se ha logrado pese al ruido y al fango de la derecha, y demuestra que las medidas de este Gobierno funcionan, y permiten del blindaje del estado de bienestar por parte del Gobierno", ha insistido Montero, que ha apuntado que el déficit se ha reducido en más de 70.000 millones desde el año 2020, "gracias al crecimiento económico, a la mejora de los ingresos y a la buena gestión del Gobierno, que contrasta con las declaraciones de la derecha, que siguen usando la máquina del fango".

Sin embargo, los expertos tienen sus dudas. Ayer mismo, con las nuevas reglas fiscales en vigor, los expertos de BBVA Research calculan que España deberá asumir un esfuerzo adicional de consolidación entre 0,4 y 0,5 puntos porcentuales del PIB en promedio anual. Las medidas tributarias aprobadas en noviembre de 2024 aportarán tres décimas de dicho ajuste en 2025, entre las que se incluyen un gravamen mínimo a las multinacionales, el gravamen a la banca, la subida del impuesto al tabaco y el alza del tipo impositivo en el IRPF de la base imponible sobre el ahorro. Asimismo, para 2026, la retirada de las ayudas de la DANA compensará el efecto negativo de la desaceleración cíclica.

Sin embargo, estos economistas advierten de que con la reforma tributaria en vigor será necesario definir nuevas medidas para cumplir con las reglas fiscales. Asimismo, subrayan que ha aumentado la incertidumbre sobre la política fiscal, en un contexto de ajuste fiscal exigente por los compromisos fiscales, y con necesidades crecientes de gasto asociadas al envejecimiento, la inversión y el gasto en defensa.

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ya cuestionó con dureza el Plan de Reequilibrio por ser contrario a la Ley de Estabilidad y avisó de que el cumplimiento de las reglas fiscales europeas exige una reducción del déficit estructural más ambiciosa, equivalente al 0,64% del PIB -unos 9.000 millones- cada año desde este ejercicio y hasta 2028 o del 0,43% a 7 años. Esto implica que el crecimiento promedio del gasto neto del conjunto de las Administraciones no puede exceder el 2,7%. Pero Montero tiene trazado otro camino, por el que el déficit público se quedaría en 2031 en el 3,1% del PIB en lugar del 0,8% comprometido, y la deuda subiría al 108% del PIB.