Seguridad Social

¿Cómo pagamos las pensiones? El futuro ya no es solo para jóvenes

No valdrá con incrementar la natalidad y la inmigración cualificada e invertir en alta tecnología e industria, habrá que aumentar la edad de jubilación

ctivists of Climate Seniors from Switzerland celebrate as they leave the European Court of Human Rights (ECHR), after the judgement in a case against different European countries accused of climate inaction at the European court of Human Rights in Strasbourg, France, 09 April 2024.
Activistas sénior en SuizaRONALD WITTEKAgencia EFE

Ahora que algunos «opinólogos» se han lanzado a criticar a Donald Trump por su plan para Gaza con acusaciones sobre su salud mental a causa de su edad (78 años), cabe llamar la atención sobre la relevancia de los mayores en nuestras sociedades envejecidas.

Su situación es similar a la de los líderes de otras potencias nucleares, como China, donde su presidente supremo, o dictador ya que es líder desde hace más de un decenio en un país de partido único, Xi Jinping, podría estar jubilado, pues cumplirá 71 años a mediados de junio.

El tirano ruso, Vladimir Putin, está en las mismas, con 72 años a cuestas. Por su parte, el primer ministro de India, Narendra Modi, que lleva también una pila de años en el poder, cumplirá 74 años.

Sin embargo, el que se lleva la palma es el presidente de Camerún, que cumplirá 92 añazos la próxima semana. Además, Paul Biya lleva en el cargo desde el Mundial de España, allá en 1982.

Otro longevo líder es Teodoro Obiang, al frente de la excolonia española de Guinea Ecuatorial desde hace 44 años, casi la mitad de su larga vida, pues tiene 82 años. Así pues, por muy delirante que pueda parecer el proyecto de Riviera gazatí, no parece que Trump esté demente o senil, recurso fácil contra los sénior cuando muestran sus poderes.

La realidad es que los mayores cada vez cuentan más porque cada vez tenemos sociedades más envejecidas. La mayor parte de la población tiene una esperanza de vida igual o superior a los 60 años.

En 2030, una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más, según las proyecciones de la ONU. En ese momento, el grupo de población de 60 años o más habrá subido de 1.000 millones en 2020 a 1.400 millones.

En 2050, la población mundial de personas de 60 años o más se habrá duplicado (2.100 millones). Se prevé que el número de personas de 80 años o más se triplique en 2050, hasta los 426 millones.

España será uno de los países donde la sociedad sénior tenga más fuerza. Por tanto, o cambiamos ya de paradigma o la Seguridad Social colapsará.

El cóctel para evitarlo contiene a partes iguales: incrementar la natalidad y la inmigración cualificada, invertir en alta tecnología e industria (para obtener más recursos con los que financiar el gasto público sanitario y pensional) y aumentar la edad de jubilación. El futuro es también sénior.