Vivienda

Los embargos se ceban con los hipotecados en el «boom» inmobiliario

El 51% de las ejecuciones hipotecarias corresponde a créditos firmados entre 2005 y 2008

Plano cenital de los Mossos díEsquadra llenos de harina por parte de las personas que intentaron paralizar el desahucio de una familia por impago de alquiler en el barrio de Poble-Sec en diciembre
Plano cenital de los Mossos díEsquadra llenos de harina por parte de las personas que intentaron paralizar el desahucio de una familia por impago de alquiler en el barrio de Poble-Sec en diciembrePau VenteoEuropa Press

Los embargos crecieron con fuerza el año pasado, pero lo hicieron de forma desigual en función del año en que se firmó la hipoteca, cebándose con aquellos que rubricaron sus préstamos hipotecarios durante la época del «boom» inmobiliario. Las ejecuciones hipotecarias en viviendas habituales, o embargos de una propiedad para su venta, crecieron un 57,4% en 2021 en tasa interanual hasta alcanzar 11.947, en la que es la mayor subida desde 2014 y la cifra más alta en más de un lustro, en 2016, según los datos facilitados ayer por el INE. Con este ascenso, encadenan dos años de aumentos después de que en 2020 subieran también un 41,6%. Sólo en el cuarto trimestre de 2021 se registraron 3.231 embargos de estas viviendas, un 42,6% más que en el trimestre anterior, y un 4,8% más que en el cuarto trimestre de 2020.

Bajando al detalle de la estadística publicada por el INE, y atendiendo al año de inscripción de la hipoteca, el 17,6% de las ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre viviendas en 2021 correspondió a hipotecas firmadas en 2007, el 14% a hipotecas cerradas en 2006, y el 9,9% a hipotecas de 2005. De este modo, el periodo 2005-2008, años del «boom» en los que se gestó la burbuja inmobiliaria que luego estalló con la Gran Recesión, concentró el 51,1% de las ejecuciones hipotecarias iniciadas el pasado año, según los datos. Durante estos ejercicios, fue habitual que los bancos prestasen grandes cantidades de dinero que superaban sin dificultad el 80% del valor de tasación de la vivienda que se adquiría y con unos requerimientos ciertamente laxos que permitieron a familias con dudosa solvencia acceder a préstamos hipotecarios que ahora no pueden pagar. No obstante, y como recordó ayer, el Instituto Nacional de Estadística, no todas las ejecuciones de hipoteca terminan con el lanzamiento (desahucio) de sus propietarios. Los datos que ayer presentó tienen como objetivo principal ofrecer trimestralmente el número de certificaciones de ejecuciones hipotecarias iniciadas e inscritas en los Registros de la Propiedad durante el trimestre de referencia, según recordó.

Los procedimientos se dispararon el año pasado un 57% y alcanzaron máximos desde 2016

Los datos del INE revelan que en 2021 se embargaron 14.862 viviendas de personas físicas, de las cuales 2.915 no eran residencia habitual de los propietarios, un 38,6% más que el ejercicio anterior. El número total de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas en 2021 fue de 32.383, lo que supuso un 7,4% menos que en 2020.

Desglosados los datos en función de las comunidades autónomas, las que presentaron mayor número de certificaciones por ejecuciones hipotecarias sobre el total de fincas fueron la Comunidad Valenciana (7.573), Andalucía (6.727) y Cataluña (5.287), en tanto que la Comunidad Foral de Navarra, con 136; La Rioja, con 266, y Cantabria, con 273, registraron el menor número. Andalucía (4.510), la Comunidad Valenciana (4.402) y Cataluña (3.703) registraron el mayor número de ejecuciones sobre viviendas, y la Comunidad Foral de Navarra (86), La Rioja (133) y Cantabria (164), el número más bajo.