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Juan Carlos Ferrero: «Zverev me recuerda a mí a esa edad»

Como jugador fue número uno del mundo y ahora intenta guiar a Alexander Zverev, el joven más prometedor, a lo más alto.

Zverev en primer plano y Ferrero detrás.
Zverev en primer plano y Ferrero detrás.larazon

Como jugador fue número uno del mundo y ahora intenta guiar a Alexander Zverev, el joven más prometedor, a lo más alto.

Juan Carlos Ferrero (Onteniente, 1980) dice que «para nada» echa de menos las pistas: «Vivo en la academia con las pistas al lado. Me meto siempre que puedo, pero ahora con Sascha ya me es imposible». Sascha es Alexander Zverev, el más joven (20 años) entre los ocho maestros de Londres, que lo ha contratado esta temporada para que le trasmita su experiencia como ex tenista y ex número uno. Hoy arrancan las Finales ATP, el Torneo de Maestros de toda la vida, con el Federer-Sock y el Zverev-Cilic. Nadal debuta mañana ante Goffin.

–¿Cómo comenzó con Zverev?

–Con varios de su equipo tenía ya una muy buena relación de mi época de jugador. Coincidimos en un restaurante y nos presentaron. A partir de ahí, supongo que cuando fue subiendo pensó que alguien de mi perfil le vendría bien. Lo hablamos, nos sentamos de forma más seria y rápidamente llegamos a un acuerdo. Tenía otros jugadores interesados, pero siempre he dicho que era el joven que más me gustaba y consideraba que podía aportarle mucho.

–¿Qué tal la relación con su padre, que es su entrenador?

–Muy buena. Es una familia muy tenista y familiar. Tenía algo de apuro al principio, pero desde el principio me acogieron todos, no sólo el padre. Él es su entrenador principal y yo estoy para ayudar y guiar en lo posible ante situaciones en las que yo tengo experiencia y ellos menos. No nos pisamos, al revés, nos compenetramos.

–¿Qué tal chico es Zverev?

–Buen chico, simpático y algo introvertido, pero muy luchador y competitivo. Lo cierto es que me recuerda mucho a mí a esa edad.

–¿Es una presión extra dirigir a un futurible número uno?

–No. Es un proyecto ilusionante. Ha demostrado que tiene nivel para estar ahí arriba, pero tiene 20 años y ser número uno es muy difícil. Es una meta que si llega será trabajando mucho.

–¿Y para él lo es?

–Sucede lo mismo. Es un sueño que ahora parece más posible, pero por el que hay que trabajar muy duro y diariamente.

–¿Qué consejos le da?

–De todo tipo, no ya sólo de juego, también de comportamiento. Estamos trabajando mucho en la motivación. También intento que comprenda que perder es normal. Tiene muy mal perder. Yo también lo tenía, pero no sabría decir quién lo lleva peor, ja, ja, ja.

–¿Qué cree que debe mejorar y qué es lo que más le gusta de él?

–De Zverev lo que más me gusta es su carácter competitivo. Hasta jugando mal es capaz de ganar partidos muy duros porque siempre quiere ganar. Debe mejorar aspectos técnicos y tácticos, pero sobre todo en regularidad.

–¿Cómo se consigue ser regular?

–Es muy difícil y eso es lo que hay que trabajar. El problema también reside en la cantidad de torneos que ha jugado este año (24). Cuando juegas al tenis acumulas cansancio tanto mental como físico. Conforme vaya madurando será más regular.

–¿Cómo explica el año de Rafa?

–Fácil. Es uno de los mejores jugadores de la historia.

–¿Y el de Federer, con 36 años?

–Pues en la misma línea que Rafa. Es increíble lo que están haciendo. Tienen nivel para ganar torneos. Lo difícil es tener el físico y el cuidado para mantenerlo durante todo el año. Es un gusto seguir viéndolos a un nivel tan alto.

–¿Y lo de Djokovic y Murray?

–Llevan muchos años compitiendo, creo que un bajón anímico es normal. También han estado lesionados. Aun así sus resultados cuando han jugado han sido bastante buenos en líneas generales. También hay que tener en cuenta que parece que cada vez hay más jugadores jóvenes y nuevos capaces de hacer frente al llamado «Big Four». Hace unos años los candidatos a dar una posible sorpresa eran muchos menos.

–¿Por qué hasta ahora ninguna generación ha podido con ellos?

–Para mí y para muchos ha habido un bache de calidad. Quizás por un descenso en la concentración de los jóvenes en su trabajo. Yo lo achaco a la revolución de internet y las redes sociales.

–En España siempre ha habido relevo. ¿Lo hay ahora?

–Sí. Mira a Pablo (Carreño), el español más joven del «Top 100» en el «Top10». A Roberto (Bautista) y Albert (Ramos) posicionándose varios años ya con buen ránking. Y muchos jóvenes que empiezan a destacar y a asomar la cabeza. Este año hemos tenido varios campeones y finalistas de Challengers, además de Davidovich, que ganó Wimbledon júnior.

–¿Qué les dice a los jóvenes que están en su academia y quieren ser tenistas profesionales?

–Que trabajen duro y escuchen. Tienen que ser humildes.

–¿Fue duro decir «no» a ser capitán de la Copa Davis?

–Muy duro. Una decisión muy difícil a nivel emocional, pero mi cabeza tenía claro que si me he comprometido con un proyecto tengo que darlo todo por él.

–¿Cree que es una competición que hay que reinventar?

–Creo que es una competición muy bonita, pero también muy dura. Si los jugadores importantes no van es que algo falla.