El mismo día que se cumplen 30 años del fallecimiento del mítico piloto Ayrton Senna (por cierto, el accidente se produjo con un Williams diseñado y creado por Adrian Newey), Red Bull ha anunciado la salida de su director técnico, algo que venía rumoreándose desde principios de año. La batalla interna que se libra en la escudería energética con los Verstappen, padre e hijo, intentando hacerse con el poder e intentando apartar a otras figuras clave como Horner o los propios herederos del imperio, va a traer consecuencias y abre una nueva etapa dentro de la estructura inglesa. La marcha de Adrian Newey supone el adiós a un genio de la aerodinámica cuyas obras han conquistado siete títulos de pilotos y seis de constructores. Sus coches pasarán a la historia de la F1 por sus soluciones técnicas increíbles con Sebastian Vettel y Max Verstappen triunfando al volante.

Se convirtió en la pesadilla de Alonso y Ferrari desde 2010 a 2015; el comienzo de la era híbrida no tuvo demasiada suerte por contar con un motor, Renault, que no estaba a la altura del Mercedes; y con el cambio a Honda (que venía del desastre de McLaren) volvieron los éxitos, esta vez con Verstappen, que este año se encamina a su cuarta corona.

¿Qué ha pasado para que se líe en Red Bull?

El fallecimiento del propietario y creador de la bebida energética el pasado año trajo nervios. Los pilares básicos entraron en conflicto y subió la tensión entre Horner (jefe de equipo), Newey (director técnico), Marko (asesor y responsable designado por la propiedad del equipo) y los Verstappen, sobre todo, el padre, que siempre está a la gresca a la primera oportunidad que ve. El pasado año renovaron con Red Bull, pero ahora, la salida de Hamilton y la oferta (astronómica) que tienen de Mercedes parece haberles desestabilizado.

¿Cuál es el futuro de Newey?

Detrás de toda esta operación parece estar Ferrari. Primero fue el fichaje de Hamilton y ahora se confirmaría que una de las condiciones de su paso al equipo italiano sería la incorporación de Adrian Newey para diseñar el coche que traiga de nuevo la gloria a Maranello. Pero puede que a Ferrari le haya salido un rival importante con Aston Martin, que tiene dinero y está creando la mejor fábrica y túnel de viento de toda la F1. Y, sobre todo, está en Inglaterra, un lugar que no quiere abandonar Newey. Aunque ahora, el creador de monoplazas de F1 más codiciado podría trabajar desde cualquier parte del mundo prácticamente. La otra opción es la de jubilarse. Newey tiene 65 años y es un amante de la navegación y los coches clásicos. Recientemente ha adquirido un barco y siempre mostró interés por trabajar en nuevos diseño para competiciones marítimas al estilo de la Copa América. Su sueldo supera al de la mayoría de pilotos de F1 actuales.