Campeón
El Nápoles gana su primera Liga después de Maradona
Un gol de Osimhen le dio el empate en el campo del Udinese (1-1) y el título de la Serie A con cinco jornadas por jugar
Ha tenido que morirse Maradona para que Argentina se atreviera a ganar un Mundial y el Nápoles, un scudetto. 36 años habían pasado desde el último Mundial de la albiceleste y 33 años y cinco días desde que el equipo napolitano ganó su último título. Era el domingo 29 de abril y los napolitanos necesitaban derrotar a la Lazio para ser campeones. Un remate de cabeza de un defensa, Mateo Baroni, les dio el campeonato, el segundo de su historia, el segundo de Maradona.
Esta vez las estrellas no han cedido el protagonismo y el gol del título llegó como tenía que llegar, de los pies del máximo goleador del campeonato, el nigeriano Osimhen, el delantero enmascarado que alivió los nervios de los aficionados napolitanos que llenaban el estadio Diego Armando Maradona para ver a su equipo ganar el campeonato por primera vez sin la ayuda de Dios.
El equipo que dirige el veterano Luciano Spalletti se sentía campeón desde hace mucho tiempo, pero le costaba cerrar el título. No lo hizo el domingo pasado, cuando la derrota del Lazio contra el Inter le permitía ganar el scudetto si derrotaba a la Salernitana, pero sólo pudo empatar y tuvo que aplazar la celebración, que llegaría lejos de casa, en Udine. Aunque también peligró durante gran parte del partido. A los 13 minutos se había adelantado con un gol de Lovric y el Nápoles se marchó al descanso pensando que una vez más tendría que retrasar la fiesta. Pero Osimhen hizo explotar la alegría contenida que guardaba toda la ciudad napolitana.
Spalletti ha llegado donde no llegaron otros entrenadores de prestigio, que se asomaron al título, pero sin éxito, como Ancelotti y Rafa Benítez. A los 64 años y después de un largo camino que le llevó a ser campeón de Rusia dos veces con el Zenit, una de ellas adornada con el doblete, y en una ocasión la Copa italiana con la Roma, ha conseguido su primera Liga italiana. Y lo ha hecho con un equipo que, en teoría, se enfrentaba a una temporada de transición. Si es que eso es posible en el club propiedad del peculiar Aurelio De Laurentiis, un empresario cinematográfico que dirige el club como si fuera uno de esos presidentes españoles de los 90 que retrata el documental «La Liga de los hombres extraordinarios». Capaz de concentrar a los jugadores una semana por los malos resultados o de castigarlos con la mitad del sueldo del mes por negarse a ir a esa concentración.
De Laurentiis ya tiene su título y lo ha conseguido sin Maradona. Aunque se gastó 75 millones en sacar a Osimhen del Lille. Pero el nigeriano ha rentabilizado la inversión y es uno de los jugadores que han participado en más goles en las cinco grandes Ligas, sólo superado por Haaland, Mbappé, Messu y Harry Kane. La otra estrellas es Kvaratskhelia, o Kvaradona, como ya le han bautizado. que sólo costó 11,5 millones el verano pasado cuando el Nápoles lo sacó del Dinamo de Batumi y qua ya está valorado en 85. Una sola temporada, en la que ha marcado doce goles y ha dado doce asistencias, ha sido suficiente para enamorar a Nápoles.
Maradona ya no juega vivo, pero sigue vivo en cada rincón de la ciudad y protege desde arriba a su equipo, que 33 años después vuelve a ser campeón.
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