Abusos
El motivo por el que Dani Alves no recurrirá el auto de procesamiento
El brasileño se ha limitado a mostrar su disconformidad y se ha acogido a su derecho a no declarar
El futbolista Dani Alves ha alegado este miércoles ante la jueza que no está conforme con su procesamiento por la presunta violación de una joven en la discoteca Sutton de Barcelona, pero no lo recurrirá porque quiere "agilizar" el proceso y llegar cuando antes a juicio.
Alves ha comparecido durante cerca de un cuarto de hora ante la titular el juzgado de instrucción número 15 de Barcelona, que le ha comunicado su procesamiento por un delito de agresión sexual con acceso carnal y le ha dado la oportunidad de declarar por última vez, antes de enviar el caso a juicio.
Según fuentes jurídicas, el internacional brasileño, que ha sido trasladado a los juzgados desde la cárcel Brians 2, donde permanece desde el pasado mes de enero, se ha ceñido a una breve manifestación para anunciar que no está "conforme" con los hechos que se le atribuyen en el auto de procesamiento, pero que no piensa recurrirlo porque tiene interés en llegar a juicio lo antes posible. “No estoy de acuerdo con el relato de los hechos. No se ajusta a la realidad de lo sucedido”, son las únicas palabras pronunciadas por el brasileño.
El abogado de Dani Alves, Cristóbal Martell ya adelantó ayer que su cliente está "tranquilo y fuerte" y avanzó que no tiene ninguna intención de hacer esa declaración negatoria. "En el momento que la magistrada le comunique este auto de procesamiento y pregunte a Dani Alves si está de acuerdo, el brasileño dirá que no está de acuerdo pero nada más" confirmó el letrado.
En un comunicado, los abogados de Daniel Alves explicaron que "de acuerdo a la oportunidad procesal que le otorga la ley" el jugador expresó su "desacuerdo" además de decir que "no está conforme" con los indicios que la magistrada instructora considera que, de las pruebas practicadas, hay contra él para procesarlo por violación.
En septiembre, la Audiencia de Barcelona asignará un tribunal para que Alves sea juzgado en los próximos meses. La Fiscalía y la acusación particular presentarán, en las próximas semanas, sus escritos de acusación con sus peticiones de penas. La defensa también hará lo mismo argumentando la inocencia del futbolista.
El juicio del brasileño podría celebrarse a final de año y se enfrenta a una pena de entre 4 y 12 años de prisión.
Un auto demoledor
La jueza de instrucción número 15 de Barcelona dictaba el pasado lunes auto de procesamiento por un delito de agresión sexual con acceso carnal (violación) al exfutbolista Dani Alves, al concluir que hay indicios para enviarlo a juicio por abusar de una joven en la discoteca Sutton de Barcelona. Además le ha impuesto 150.000 euros de fianza para cubrir una eventual indemnización a la víctima, que ya renunció a ella tras presentar la denuncia.
Pese a la insistencia de Alves en que hubo sexo consentido y que incluso, en varias ocasiones preguntó a la víctima si le estaba gustando, la jueza ratifica la contundencia de los indicios. El auto de procesamiento es demoledor. En su escrito, la jueza ratifica la situación de prisión provisional para el exfutbolista brasileño y acuerda imponerle una fianza de 150.000 euros para cubrir una eventual indemnización a la víctima, con la advertencia de que si no la abona en un plazo de 24 horas procederá a embargar sus bienes en la cantidad suficiente para cubrirla. Además, según detalla la jueza en su auto, debido a la agresión sexual, la víctima, de 23 años de edad, sufre un trastorno de estrés postraumático de intensidad "globalmente elevada".
Según el auto, Alves llamó a la víctima para que fuera hacia un pequeño pasillo que comunica con un reservado y donde hay un minúsculo baño. La joven no sabía qué había allí y al entrar en el habitáculo se dio cuenta de que era un lavabo. El jugador cerró la puerta, prosigue la resolución, y "tiró con fuerza de ella hacia su cuerpo". A pesar de que la denunciante le repetía que parara, el futbolista hizo caso omiso. La tiró al suelo y como la joven se negó a hacerle una felación, se "enfureció y le pegó varias bofetadas en la cara". Después, mantiene la jueza, "la penetró violentamente".