Fútbol

Mirandés, el arte de las cesiones

El equipo burgalés está luchando, a diez jornadas para el final de Liga, por el ascenso directo a Primera con sólo nueve jugadores en propiedad

Los jugadores del Mirandés celebran un gol en una jornada reciente
Los jugadores del Mirandés celebran un gol en una jornada recienteEUROPA PRESS

El Mirandés es uno de los grandes protagonistas de la temporada en el fútbol español al contar con serias opciones de ascender a Primera con una plantilla en la que casi el 60 por ciento de sus jugadores, 13 de 22, son cedidos. Después de firmar una dramática salvación en Amorebieta, el club inició una reconstrucción tan arriesgada como brillante.

El club decidió apostar por su ya habitual estrategia de cesiones, pero con un matiz: esta vez no sólo se buscaba talento joven, sino también jugadores con experiencia en la categoría. Y el resultado ha sido un bloque compacto, intenso y con hambre.

La temporada comenzó de manera irregular con equipo corto de efectivos que se completó el último día de cierre de mercado. En la quinta jornada, con una victoria ante el Albacete, logró meterse por primera vez en puestos de «playoff» y a partir de la jornada décimo sexta, cuando venció al Castellón, no ha salido de los puestos de promoción. A mediados de febrero, alcanzó el liderato por primera vez tras golear 4-1 al Racing de Ferrol, y hace tres jornadas volvió a la cima con una victoria por 1-0 ante el Oviedo que le ha dejado como uno de los claros candidatos al ascenso.

Y todo con nueve jugadores en propiedad, de los cuales sólo uno tiene contrato asegurado para la próxima temporada tras su reciente renovación, Juan Gutiérrez. El resto de la plantilla está formada por cedidos que han encontrado en Anduva un escenario ideal para su crecimiento.

De la temporada pasada continúa el guardameta Luis López; los centrales Pablo Tomeo y Alberto Rodríguez, «Tachi»; el capitán Alberto Reina, titular en 31 de las 32 jornadas disputadas, y el francés Mathias Lachuer, otro fijo en el once de Lisci. En verano llegaron en propiedad Julio Alonso, procedente del Albacete, el veterano central Sergio Postigo, Juan Gutiérrez, que ya ha renovado por un año más, y el veterano guardameta Raúl Fernández, que suma 14 porterías a cero y ha encajado sólo 26 goles.

Este año el capítulo de las cesiones ha ido más allá. El Athletic Club siempre se ha fijado en el Mirandés para dar minutos de calidad a sus jugadores de Lezama y lo ha hecho con Hugo Rincón, lateral clave, Urko Izeta, delantero de referencia y una de las sensaciones de la temporada con 10 goles, y el central Unai Egiluz.

Otra de las claves del club es la relación con la Real Sociedad desde donde ha llegado Jon Gorrotxategi, el encargado de dar equilibrio al juego del equipo. También desde el club donostiarra ha llegado el delantero Alberto Dadie.

Otros cedidos son Víctor Parada, extremo rápido y desequilibrante, y el argentino Joaquín Panichelli, uno de los máximos goleadores. La lista la completan otros futbolistas como Iker Benito desde el Osasuna, Joel Roca desde el Girona, Alex Calvo desde el Andorra, Ander Martín desde el Burgos, Carlo García desde el Villarreal y Adrián Butzke desde el Vitoria Guimarães. Todos han encajado perfectamente en la filosofía del Mirandés, un equipo que juega con intensidad, sin miedo y con un estilo ofensivo que ha conquistado a la afición.

Y este entramado está en la zona alta gracias al trabajo de Alessio Lisci, el técnico italiano que ha sabido gestionar un vestuario donde la mayoría de los jugadores no pertenecen al club pero en el que existe una cohesión y un sentimiento de equipo total. Quedan diez jornadas para el final de la primera fase en LaLiga Hypermotion y el sueño de Primera ya no es una quimera en Miranda de Ebro con uno de los equipos más atípicos del fútbol español.