Memoria Histórica

Champions League
Después de una batalla larguísima los penaltis tenían la decisión sobre el nombre del equipo madrileño que pasaba a los cuartos de final de la Champions. Y allí, en el desempate desde los once metros, el «loco» Rüdiger volvió a decidir con el último lanzamiento, igual que el curso pasado en el campo del Manchester City. Acertó con el quinto el alemán entonces y lo hizo también en el Metropolitano, y eso que Lucas Vázquez, otro talismán aquel día, no cumplió con su lanzamiento y lo falló. Ese último disparo lo rozó Oblak, pero se le escapó entre las manos al mismo tiempo que la aventura rojiblanca en esta Champions se terminaba. «Duele perder así después de un gran partido, nos ha faltado un poquito de suerte. Una pena, duele mucho, la gente es increíble cómo nos apoya. Estamos decepcionados con la derrota», decía en Movistar el guardameta esloveno, que pudo detener el de Lucas, pero no fue suficiente.
«Tenía que esperar hasta el final el disparo de Rüdiger. Pensaba que podía tirarlo a ese lado, he llegado un poquito tarde al balón y ha entrado, pero así son estos lanzamientos. No hemos tenido suerte, ellos sí, es fútbol, ahora estamos abatidos, pero tenemos que levantarnos para pelear lo que nos queda», cerraba el portero rojiblanco.
Hablaba Oblak de la falta de suerte y el que menos tuvo fue Julián Álvarez, héroe en la ida, trabajador incansable en la vuelta y que había marcado su penalti a pesar de un resbalón fatal, porque sin querer tocó dos veces la pelota y tras la revisión del VAR le fue anulado ese gol.
En el otro lado, en el madridista, todo era alegría después de mucho esfuerzo y nervios al final. «Ha sido una eliminatoria muy jodida, hicimos un partido regular en el Bernabéu y aquí nos pasó lo mismo de siempre, que salimos como si esto ya estuviera ganado y nos meten el gol. Le dimos ese poder al Atlético, que ya no tenía que atacar», analizaba Valverde haciendo autocrítica con los suyos. «Se notó que estábamos los dos muy agotados y llegamos a la tanda. Había muchos nervios en la caminata hasta el punto de penalti, se te pasan muchas cosas por la cabeza y sabes que depende mucha gente de ti si fallas», añadía el uruguayo, que el año pasado no se veía para lanzar ante el City, pero ayer sí tenía confianza.
«El equipo está siendo criticado o poco valorado y estamos en buena situación en la Liga, en cuartos de Champions y en semifinales de Copa», cerraba Lucas antes de que Ancelotti explicara por qué fue Rüdiger el quinto lanzador.
"En un principio, el quinto que iba a tirar era Endrick, pero en ese momento le vi la cara y no parecía muy contento de ser elegido, así que decidí que no lanzara y que fuera Antonio, que estaba más tranquilo y tiene más experiencia", confesaba el técnico del Real Madrid.
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