
Atletismo
España, en las piernas de Ana Peleteiro
La gran referencia del equipo español en los pasados Campeonatos de Europa en pista cubierta buscará el oro mundialista en dos semanas en Nankín

Adiós Apeldoorn, hola Valencia. Raúl Chapado y José Peiró, presidente de la Real Federación Española de Atletismo y seleccionador nacional, recogieron en la ciudad neerlandesa el testigo que simboliza el relevo de los Europeos en pista cubierta para la capital del Turia en 2027. Ambos recibieron en el Omnisport de Apeldoorn, de Dobromir Karamarinov, presidente de la Asociación Europea, y de la exvelocista neerlandesa Dafne Schippers, el testigo en nombre del Ayuntamiento y la federación valenciana. Dentro de dos años, entre el 5 y el 7 de marzo, el Velódromo Luis Puig albergará la trigésima novena edición de los Europeos «indoor». Será la segunda vez que sea sede porque ya albergó los Campeonatos en 1998. La competición regresa a España 22 años después de Madrid 2005. Aquella etapa en la que las medallas, algunas sospechosas, se contaban con dos dígitos.
En Apeldoorn el equipo español se ha movido en las cifras en las que lo viene haciendo en los últimos campeonatos. Desde Turín 2009 el promedio de medallas en los eventos continentales bajo techo es de cuatro y esas son las que se ganaron el pasado fin de semana: el oro de Peleteiro, la plata del 4x400 masculino y los bronces de Lester Lescay en longitud y Paula Sevilla en el 400. Es el doble de las que se sumaron hace dos años en Estambul (oro de Adrián Ben en 800 y plata de Mechaal en 3.000), pero están lejos del botín de 2019 en Glasgow con seis metales (tres oros, dos platas y un bronce) y 15 finalistas.
España ha sido novena en el medallero y ha alcanzado la quinta plaza en la clasificación por puntos donde se contabilizan las medallas y los puestos de finalistas. Países Bajos, Gran Bretaña, Francia e Italia han precedido al equipo nacional.
El botín ha sido mejorable en un año post-olímpico, con el Mundial de Nankín a dos semanas vista y con finales relativamente baratas. Durante media hora las integrantes del relevo femenino de 4x400 fueron bronce tras la descalificación inicial del equipo neerlandés. Pero Paula Sevilla, que ya había subido al podio en la final de los 400, Eva Santidrián, Daniela Fra y Blanca Hervás, vieron como finalmente debían conformarse con la cuarta plaza en la que cruzaron la línea de meta tras prosperar el recurso de los Países Bajos. Fue uno de los cinco cuartos puestos que cosechó la expedición española. A eso hay que añadir las cuatro quintas plazas logradas, un sexto y un séptimo puesto.
También hubo atletas a los que castigaron las lesiones o estuvieron lejos de su mejor versión. Elvin Josué Canales, favorito en el 800 con la mejor marca del año, estuvo lejos de las medallas; Marta García, cuarta en los 3.000, pagó una caída en el comienzo de la final; Quique Llopis, candidato a todo en los 60 vallas, se lesionó antes de una final en la que Abel Jordán, en su bautismo internacional, rozó el podio...
Donde más brilló la expedición española fue en el foso de longitud con el oro de Peleteiro y el bronce de Lester Lescay en una final en la que el oro estuvo baratísimo al tasarse en 8,13. El saltador de origen cubano sólo necesitó un salto válido para lograr el bronce con un vuelo que se quedó a un centímetro del oro. La medalla del amigo de Jordan Díaz no debería ser la última con España. Con 23 años y habiendo saltado ya 8,35 el margen de mejora es amplio.
La gallega confirmó que hay muy pocas atletas, casi ninguna, en España con su capacidad competitiva. Ahora tiene pendiente el oro mundialista. Su intención si todo va normal en los próximos días es competir en la cita china del 21 al 23 de este mes. Sólo dos saltadoras cubanas mejoran sus registros en 2025 y ambas, Leyanis Pérez y Liadagmis Povea, este curso están por debajo de sus 14,87. Sin la presencia de Yulimar Rojas, el oro mundialista está al alcance de Peleteiro.
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