Los de Escolar se la cobran: Robleño herido y esfuerzo de Jiménez y Del Álamo
Robleño sufrió una cornada en la pierna izquierda y Borja dio una vuelta en el sexto mientras Del Álamo corta un trofeo
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Escolar nos dio por la mañana alegrías sin sustos. Ni vueltas ni reveses. Sus toros llevaron en el galope la emoción de la carrera en una aventura que duró dos minutos y 23 segundos, pero si hubiéramos tenido que decirlo sin reloj nos pareció mucho menos por lo vibrante de cada momento. San Fermín está presente en cada poro de todo lo que ocurre en el recorrido. Por la tarde venía otra historia.
Es el momento en el que la multitud se convierte en una hiriente soledad. Ya no hay que correr hay que quedarse muy quieto para hablar de dignidad y que no salgan a relucir las vergüenzas. Robleño es torero de Madrid, cuajado y hecho en estos lares y en los que se le pongan por delante. Es un torero de corta estatura, como diríamos por el foro, porque no le hace falta más (chulería aparte) de valor anda sobrado y decir esto en Pamplona, con el toraco/torazo/ animal gigante que amenaza con convertirse en pesadilla según vas acercando posiciones, es mucho decir. Y con todas y con esas casi casi a la primera que se puso, en el primer derechazo el toro de José Escolar se quedó por abajo y se vio con claridad que el animal había sido certero para herirlo. Esta es la crudeza de la realidad. Robleño había caído corneado en San Fermín por el primero de la tarde, “Cumplidor” de nombre. La corrida se quedaba en un mano a mano improvisado entre Juan del Álamo, que venía también de una cornada grave en Colmenar Viejo, y Borja Jiménez.
Este último se fue a la puerta de toriles y tuvo que aguantar estoico un rato hasta que salió su toro, que era el segundo, pero de orden de lidia el tercero. Luego le saltó por encima arrollándolo. Vino el cántico de El Rey, que eso es siempre un bálsamo para los ánimos. El toro llegó con el poder justo y no demasiadas buenas ideas y Borja hizo todo lo que estaba en su mano. Y más.
Juan del Álamo se las vio con un tercero que se tragaba dos, pero al tercero ya le costaba un mundo y se debatía entre pararse o meterse por dentro. Mucho más temple tuvo al natural, aunque también se lo pensaba con guasa. Se justificó Juan, acertó con la espada y paseó un trofeo.
Borja Jiménez expuso con un cuarto que tuvo temple y complicaciones, sobre todo por el zurdo se quedaba por abajo. El matador le hizo las cosas con mucha verdad y exponiendo. Su esfuerzo no caía en saco roto. La sorpresa fue cuando al salir el quinto, turno de Juan, volvió a salir él y caímos en que estaba ¿lesionado? En una plaza tan grande y con tanto ruido cosas tan importantes de pronto se te pasan. Brutal esto que estoy contando, sí, pero es así. Hubo que recomponer las piezas de una gesta, porque enfrentarse a un quinto de Escolar aquí mermado no era cualquier cosa. Iba y venía el toro, pero tampoco era para tomarse confianzas. Borja quiso siempre. Aquí y allá. Ya era mucho. Lo era todo.
El sexto nos puso el miedo en el pecho. No pasaba el toro y defendía su no bravura por arriba. Juan del Álamo tenía la puerta grande a medio abrir, pero supo que era difícil de defender la faena y tiró de oficio. Dos de tres habían caído heridos. La corrida fácil no había sido. La dureza de las tardes es planetaria.
Sábado 8 de julio. Plaza de toros de Pamplona. Cuarta de feria. Llenísimo.
Toros de José Escolar, bien presentados. Peligroso el primero; sin poder, pero complicado el segundo; más potable, medio pasa, sin más el tercero; más templado, pero complicado el cuarto; el quinto va y viene sin humillar; y muy peligroso el sexto.
Fernando Robleño, de verde botella y oro, herido.
Juan del Álamo, de tabaco y oro, media, dos descabellos (silencio) en el que estoqueó por Robleño; estocada entera (oreja); y pinchazo, estocada (silencio).
Borja Jiménez, de blanco y plata, pinchazo, estocada caída (saludos); pinchazo, media, descabello, aviso (saludos); y pinchazo, estocada (vuelta).
Parte médico: Robleño: cornada menos grave en muslo izquierdo de dos trayectorias, 12 y 10 cm, que diseca la femoral. Y Jiménez: contusión leve muslo derecho.