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Rossy de Palma escala un nuevo "ochomil": "Las mujeres ya no queremos sufrir"

La actriz debuta en el Teatro Real con "Silencio", un monólogo sobre el desamor como bisagra entre dos grandes obras del siglo XX, "La voz humana", de Poulenc, y "La espera", de Arnold Schömberg
Rossy de Palma celebra "el regalazo" de su debut el Teatro Real como un "ave de paso"Javier del RealEFE

Madrid Creada:

Última actualización:

Vestida con traje negro y gafas oscuras, no es casualidad que Rossy de Palma esté sentada en medio de dos de las más grandes sopranos del momento, la albanesa Ermonela Jaho y la sueca Malin Byström, porque la pieza con la que debuta mañana en el Teatro Real, «Silencio», va encastrada justamente en medio de grandes óperas del siglo XX, «La voz humana» –por primera vez en el coliseo madrileño–, adaptación del monólogo teatral de Jean Cocteau y música de Francis Poulenc y «La espera» (Erwartung), de Arnold Schönberg y libreto de Marie Pappenheim.
En un mes lleno de actos en torno a la celebración del Día de la Mujer, el Real anuncia esta nueva producción –hasta el 28 de marzo– con tres piezas que indagan en la soledad, el desamor, el abandono, el miedo, la desesperación, el dolor, la rabia y la locura de tres mujeres que se debaten en una lucha interior intensa y perturbadora que las ahoga por momentos. «Silencio», expresamente creado para la ocasión por Christof Loy –director de escena– y Rossy de Palma, es una invitación poética a recorrer los diferentes estados del amor y el desamor a través de textos de Oscar Wilde, Bertolt Brecht y de la propia actriz. La dirección musical será de Jérémie Rhorer, que vuelve a dirigir la Orquesta Titular del Real después de veinte años.
Mujeres desquiciadas por el dolor punzante de la separación, los celos, el miedo al silencio... «La voz humana» reflexiona sobre la soledad del amor no correspondido, la lucha interna de una mujer que intenta desesperadamente mantener una conversación telefónica con su amante, que la ha abandonado para casarse con otra.
"He temblado en los ensayos, pido que se vaya con pañuelos. Las lágrimas están garantizadas"Rossy de Palma
«La espera» se enfoca en las premoniciones, dudas y esperanzas de otra que se adentra en el bosque en busca de su amante y pasa por una gama de emociones que incluyen ansiedad, miedo, confusión y desesperación. «Dos obras para soprano con un tema bastante similar. La pieza de Schönber es anterior y representa el expresionismo; la de Poulenc, compuesta 40 años más tarde, podríamos asociarla a la tradición del verismo», explica Christof Loy. En cuanto a otros elementos, «el propio Schönber dijo que su obra sintetizaba en 30 minutos lo que pasa por la cabeza de una mujer en esta situación en un solo segundo. En cambio, “La voz humana” son 40 en tiempo real». El regidor sitúa ambos dramas en el mismo espacio, «lo que refuerza la percepción de los distintos lenguajes musicales y dramatúrgicos, ofrecidos de forma inversa a su composición cronológica y articulados por el dolor corrosivo e inconsolable de una ruptura amorosa», apostilla Joan Matabosch, director artístico del Real.
El papel de Ermonela Jaho «es el de alguien que ama incondicionalmente y no puede renunciar, muestra la desesperación que sufrimos cuando perdemos un amor, y esto acentúa los recuerdos hermosos. Para reflejar dichos momentos tan intensos vivo una cascada de emociones cambiantes». Y apostilla: «Yo creo en el amor incondicional y en la posibilidad de morir por amor e intento transmitirlo, el teléfono es el último vínculo que une a esta mujer con su amado».
Malin Byström confiesa que una amiga le aconsejó que le dedicara un año de preparación al papel «porque es tan atonal que no hay nada a lo que agarrarse, pero es verdad que todas las emociones están presentes en esos 30 minutos, absolutamente todas, el odio, el temor, el hundimiento, incluso un segundo de felicidad. Es una obra muy dura, complicada, pero una gran alegría poder interpretarla», asegura.
«Soy como un electrón libre, me siento un ave de paso, pero no soy una impostora», comenta De Palma sobre su debut en el Real. «Voy coleccionando teatros como los alpinistas “ochomiles” y en mi colección particular faltaba este y es un privilegio», por lo que está agradecida a Christof Loy, que pensó en ella para añadir un segundo personaje a los dos monólogos. «Pensé en alguien parecido a Rossy de Palma. Entonces alguien me dijo, ¿y por qué no le preguntas directamente a ella? Eso hicimos y el verano anterior comenzamos con esta idea que por desgracia ya se ha perdido en la ópera, introducir un intermedio que establezca un vínculo entre dos obras», explica Loy.
De ahí nació «Silencio», que no solamente protagoniza la actriz, sino que también es creadora. «Al principio pensaba que siendo una mudita me iba a aburrir, por eso Christof Loy pensó intercalar esta suerte de “intermezzo” como monólogo teatral de 15 minutos y bisagra de estas dos grandes obras que celebran haber vivido el amor, pero sin escatimar nada del sufrimiento y la desesperación del desamor», afirma De Palma de una pieza «que trasciende una nueva visión femenina respecto al amor, las mujeres ya no queremos sufrir tanto, estamos aprendiendo a querernos a nosotras mismas, que es el primer y gran amor que deberíamos tener».
Y prosigue: «“Silencio” nos da la esperanza de una nueva forma de amar que las mujeres y los humanos en general tenemos que abrazar, una manera de sufrir menos», afirma la actriz, que ironizó a propósito de las largas conversaciones telefónicas de la protagonista de «La voz humana». «Hoy en día pueden dejarte por WhatsApp, no habría hecho falta crear la obra».
Para concluir: «He temblado de emoción en los ensayos, pido a los espectadores que vayan con pañuelos, porque las lágrimas están garantizadas. Tras la primera ópera se necesita una copita de champán y un “little break”», bromea De Palma.
  • Dónde: Teatro Real, Madrid. Cuándo: desde mañana al 28 de marzo. Cuánto: de 22 a 475 euros.