Carolina Yuste se convierte en Caperucita para viajar de Manhattan a La Abadía
La actriz protagoniza la adaptación de Lucía Miranda sobre el texto de una Carmen Martín Gaite de la que, este año, se celebra el centenario de su nacimiento
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Como anfitrión de la casa, de La Abadía, Juan Mayorga saca una edición de 'Caperucita en Manhattan' y lee. Dice el dramaturgo que le resulta “hermoso” recordar cómo Carmen Martín Gaite “recita unas palabras de Elena Fortún en el arranque”: “A veces, lo que sueño creo que es verdad; y lo que me pasa, me parece que lo he soñado antes. Además, lo que ha pasado no está escrito en ninguna parte y, al final, se olvida. En cambio, lo que está escrito es como si hubiera pasado siempre”, termina Mayorga antes de realizar su propia “traducción al mundo teatral”: “(...) Lo que pasa en un escenario es como si hubiera pasado siempre”.
“Va a quedarse para siempre en nuestras memorias”; asegura, ya sí, sobre el montaje que Lucía Miranda estrena en Madrid y que ya tiene todo vendido antes de alzar el telón. La reinterpretación del cuento de Perrault será la primera producción del teatro de la calle Fernández de los Ríos en el año de su 30 aniversario y de un centenario, el de Gaite, que, solo en La Abadía, vivirá el estreno de 'El cuarto de atrás', con Emma Suárez y dirigido por Rakel Camacho; y la lectura dramatizada de 'El otoño de Poughkeepsie'.
Mayorga abrió las puertas del teatro de par en par a Miranda –“¿qué quieres hacer?”–, y esta lo entendió como “un regalazo”, celebra, en el que contar una historia que siente muy cerca y que “coincide con el aniversario por casualidad”, explica. Y es que “las casualidades que me han unido a Carmen a lo largo de estos años son muchas”, argumenta la directora: “Viví en Nueva York tres años; había leído 'Caperucita', que me lo regaló mi madre, con once o doce años y ella me lo firmó”, recuerda de una dedicatoria en la que le deseaba una “feliz relectura y pérdida por Manhattan”.
“Las películas ayudan a crear imaginarios, pero la lectura también”, continúa Miranda. Aquello le generó “ganas de viajar y de leer”. Se imaginaba cómo era vivir en la Gran Manzana: “Encontrarte con un millonario o con una mendiga y estar en un rodaje. Todo en un solo día. Y ahora, puedo dar fe de que eso es así. Todas las cosas que le ocurren a Sara Allen pueden suceder. No creo que Carmen exagere en la novela”
Sin ir más lejos, en aquella estancia en Nueva York siguieron sucediéndose todas esas “sucesiones significativas”, como conocer a la persona que dio nombre protagonista en el mismo lugar en el que Martín Gaite comenzó a escribir 'Caperucita...'. “Soy Sara Allen, la hija de la traductora al inglés de las obras de Carmen. Se llama así por mí”, le interrumpió “una alumna que sabía cosas que no se habían publicado”, recuerda sobre un texto que la autora escribió tras la pérdida de su hija de 28 años.
Ahora, esa protagonista no tiene acento neoyorquino, sino de Badajoz, el de Carolina Yuste. Una actriz que ha recorrido un camino diferente al de la directora para llegar hasta esta Caperucita: “A mí me pasó al revés, cuando leí la novela estaba en un momento oscuro de la adolescencia y no conecté. Aunque, como a Lucía, también me lo regaló mi madre”. La cosa cambió al ofrecerle el proyecto de La Abadía. “Pensé que sí”. Asegura Yuste que fue entonces cuando conectó con algo que no había entendido: “La ausencia y la ternura. Como mujeres, entendemos el viaje de Sara y de lo que quiere hablar Carmen. Nos impulsa a construir una nueva narrativa. Era muy lista y tenía muy claro lo que quería contar a todas esas adolescentes viniendo desde la pérdida. Es un homenaje y una carta de amor a su hija; una manera de que sigan vivas”, defiende la actriz de una pieza que, llevada al teatro, define como “importante porque da espacio a todas las edades. Puede venir una chavala de diez años y una persona de ochenta”.
“Cuando sabemos por qué ha escrito este libro y sabemos lo que ha sufrido por dentro, entendemos muchas cosas”, añade Mamen García, compañera de Yuste en un reparto que se completa con Miriam Montilla, Carmen Navarro y Marcel Mihok (contrabajista). Ella será la “atópica”, como la define, Miss Lunatic en esta historia en la que Sara soñará con Manhattan desde Brooklyn: un día se escapa de casa para visitar a su abuela, una antigua cantante de music hall y se pierde en un viaje atemporal por "diners", rodajes de cine y Central Park. En su recorrido se encuentra con un pastelero millonario (Mihok) y una mendiga sin edad (García), con ambos compartirá dos secretos que la ayudarán a encontrar su camino hacia la libertad.
“Quiero hacer 'Caperucita en Manhattan' para el teatro desde que empecé a hacer teatro. Y más desde que abandoné Nueva York hace ya doce años, y aún más desde que soy madre de una niña, hace tres. Para mí es una historia sobre los niños que fuimos y los abuelos que seremos –desarrolla Miranda–. Sobre la libertad y la soledad, y la soledad de ejercer tu libertad. Sobre el Oz contemporáneo que es Nueva York, como ejemplo de la aventura a lo incierto. Y sobre el viaje: el de Martín Gaite, el de Sara Allen, el mío, el de todas las que un día decidimos dejar lo conocido para vivir la aventura de ser nosotras mismas. Quiero hacer esta obra porque, como Gaite, “no me querría ir nunca de Nueva York” y es mi manera de continuar allí. Porque creo que es una novela para todos los públicos, que tiene dentro un espectáculo para audiencias de ocho a ochenta y ocho años también. Y porque es una obra-legado, una barca a la que agarrarte en la tormenta, no solo por la Torci y Carmen, sino por todas las que llegamos después”.
- Dónde: Teatro de la Abadía, Madrid. Cuándo: del 23 de enero al 23 de febrero. Cuánto: entradas agotadas.