Buscar Iniciar sesión
Sección patrocinada por
Patrocinio Repsol

Juan Echanove: “Hitler y Putin son la misma persona”

El actor, y aquí también director, estrena el “Ser o no ser” de Ernst Lubitsch y se sorprende de las similitudes entre la invasión de Polonia (eje de la trama) y de Ucrania
Miguel OsesEFE

Creada:

Última actualización:

En uno de esos momentos de hartura que no son ajenos a nadie, o casi nadie, Juan Echanove dijo «basta». Estaba inmerso en la gira de La fiesta del Chivo y el cuerpo y la mente le pidieron parar. Pero parar para siempre. Los más de 40 años de carrera que le hacen «tener más años de los que dice mi DNI», la eterna incertidumbre del sector y, en general, un poco de todo hicieron que quisiera dejar el teatro. Aunque eso era algo que su compañera de batallas escénicas, Lucía Quintana, no iba a permitir: «Tuvimos una discusión sobre ello porque no quería subirse más a las tablas y, como uno de mis referentes, no podía permitirlo». Así que la actriz se salió con la suya y aquí le tenemos de vuelta, y no solo al frente del reparto, sino también como responsable de la dirección de este Ser o no ser. «Esta profesión lo es todo. Es mi vida», confiesa el intérprete de una trayectoria en la que, entre el cine y la televisión, ha estado «siempre el teatro. Soy muy afortunado nunca hubiera imaginado una vida tan maravillosa».
Cambia de tercio por completo para pasar de aquella densa trama de Vargas Llosa a esta simpática comedia que regaló Ernst Lubitsch, en 1942, al cine. Una historia que saltó al escenario mucho después de su estreno, allá por 2008, en Nueva York, y que ya se dejó ver por estas tierras con Amparo Larrañaga y José Luis Gil. Así, el guion original de Edwin Justus Mayer y Edwin Justis Mayer, que Nick Whitby convirtió en pieza teatral, llega ahora al Teatro de La Latina en versión de «mi alter ego», como define Echanove a Bernardo Sánchez Salas. Varsovia, agosto de 1939. La compañía del matrimonio Tura se instala en un teatro para ensayar ¡Gestapo!, donde se satiriza la amenaza que suponen Hitler y el nazismo para el orden mundial.
A la vez, representan Hamlet, cuyo mítico verso «ser o no ser» será la clave de un «affaire» extraconyugal. Pero los problemas irán a más con la prohibición por parte de las autoridades polacas de estrenar la obra para evitar represalias. Lo que no frena es la invasión definitiva. Y, en esas, con el edificio muy afectado por los bombardeos y como centro de operaciones, los actores tendrán que ingeniar una doble trama teatral, «de guardarropía y suplantación», explican, para desactivar la entrega de un documento que acabaría con la Resistencia y para huir de Polonia a la tierra de Shakespeare, Inglaterra. En un alarde de interpretación, el equipo deberá hacerse pasar por nazis a la vez que los Tura tendrán que solventar la intromisión de un joven aviador de la R.A.F.
Juan Echanove narra el argumento destripándolo y no se pone ni medio «colorao» porque, como defiende, «esto viene de una película que más o menos se conoce. Lo importante de todo no es tanto el final como la peripecia del proceso, que es trepidante». También le parece apasionante la coincidencia del estreno con la invasión de Ucrania: «Se produjo justo cuando di por finalizado el montaje. Y te das cuenta de que no pasa nada si solo cambias los nombres. Hitler invadió Polonia y Putin Ucrania. Son la misma persona. Es la misma cara de la Historia, que vuelve. Y en todo esto la mejor arma que tiene este equipo es su teatro y esa capacidad de contar cuentos que, aunque sean comedia, están armados como un mecanismo de relojería para que se sienta la hilaridad, pero también para que se te rompa el corazón. Si no fuera así, no me interesaría».
Asume el actor y director la responsabilidad de hacer de «válvula de escape» del público al proponerle la risa y, a su vez, «contribuir a poner de manifiesto el dolor que están pasando las familias ucranianas, invadidas ahora por un loco fascista, por un Hitler de mierda», confiesa al mismo tiempo que expone su perplejidad por «pertenecer a un país en el que todo el mundo sabe en 24 horas de lo que sea: volcanes, pandemias, geopolítica...». Echanove, por el momento, tiene claro que lo suyo es estar pegado al arte. Y es que ni la Covid pudo con el director, arrasado por Ómicron. No él personalmente, que «toca madera», sino su equipo: «Fueron cayendo uno detrás de otro y nos vimos obligados a ensayar por videoconferencia. La resiliencia consiste en eso, en agarrarte a lo mejor que tengas. Compromiso».
Más le costaría irse al frente a luchar. «Soy un cobarde, pero es una situación en la que te tienes que ver. Si invaden España, defendería con mi vida a mi gente. Me pondría a disposición de los que estuvieran en primera línea, aunque sea como José Andrés, con los fogones. Lo que tengo claro es que no quiero ser un número más en la lista de muertos en una guerra que no me pertenece. Como dijo Juanjo Millás: “Soy un cobarde que sabe reconocer al que es valiente, y mi misión es ayudar al valiente”».
  • Dónde: Teatro La Latina, Madrid. Cuándo: desde mañana en cartel. Cuánto: de 17 a 28 euros.