Coldplay en Barcelona: cuatro noches serán pocas

Ante un Estadi Olímpic abarrotado para el «Music of the Spheres World Tour», los británicos Coldplay saltaron al primer asalto de su enésima proeza musical: la primera de sus cuatro noches en el Estadio Olímpico. Con su noveno álbum de estudio bajo el brazo y toda una apuesta por la sostenibilidad medioambiental, la agrupación liderada por Chris Martin llegó para mostrar todo su potencial en un poderoso show dedicado a Tina Turner en el que interpretaron los temas de su último álbum, además de algunos de sus grandes hits. Con un espectáculo apoteósico, la banda demostró, una vez más, que es uno de los grupos más innovadores en sus directos dentro del pop-rock actual.

Después de completar seis shows con las entradas agotadas en el estadio de Wembley en Londres, Coldplay anunció la segunda etapa de su tour por Europa “Music of the Spheres World Tour” para este verano, donde visitan Portugal, España, Italia, Suiza, Dinamarca, Suecia y Países Bajos. En su paso por nuestro país, Coldplay ha hecho historia al ser el primer grupo en llenar el estadio de Barcelona cuatro veces seguidas con más de 200.000 entradas vendidas. La energía de la audiencia ya era notoria con numerosos aplausos y una ola que daba vueltas al estadio sin cesar hasta que Coldplay, tras diez minutos de espera, dio la bienvenida con un cortometraje de concienciación por el medio ambiente. Posteriormente el grupo se dirigió a la larga pasarela en la que desembocaba el escenario y arrancaron con «Higher Power», para seguir con «Adventure of a Lifetime» en un Estadi Olímpic repentinamente iluminado con luces multicolores provenientes de las «xylobands», unas pulseras luminosas repartidas al inicio del concierto que llevaba todo el público y que iban cambiando de color y ayudaban a crear un espectáculo visualmente impactante y muy emocionante.

El entusiasmo de la audiencia no decayó en ningún momento y el grupo agradeció la euforia de los fans. Una vitalidad que parecía ignorar las largas horas de cola que algunos asistentes habían realizado desde buena mañana. El vocalista y teclista Chris Martin junto a los increíbles Jonny Buckland en la guitarra, Guy Berryman al bajo y Will Champion en la batería, repetía en numerosas ocasiones frases en español, y alguna palabra en catalán, para interactuar con el público al que denominaba «amigos». El cantante demostró su agradecimiento, con una impresionante fluidez con el idioma, diciendo: «Estamos muy felices de estar con vosotros esta noche y también muy agradecidos. Gracias por el esfuerzo de estar aquí».

Tras “Paradise” el grupo interpretó la melancólica “The Scientist”, uno de los momentos más emotivos del concierto donde Martin se dirigió por primera vez a tocar el piano. Pero la ráfaga de himnos no cesó y se pudo escuchar al estadio rugir con euforia al sonar las primeras notas de “Viva La Vida”, el icónico tema de su disco del 2008 “Viva la Vida or Death and All His Friends”. Si el público ya estaba absolutamente entregado, siguieron con “Something Just Like This”, su colaboración con The Chainsmokers, y otros de sus temas más esperados como “Yellow” o “Clocks”. Más tarde, llegó el turno de “My Universe”, otra de las grandes colaboraciones del grupo junto a las superestrellas del pop coreano BTS, la banda que lidera el fenómeno del Kpop a nivel mundial. Acabaron el show con “A Sky Full Of Stars” y una explosión de fuegos artificiales. Pero la magia continuó en el bis cuando la banda volvió al escenario acompañada de los invitados sorpresa, los Gipsy Kings. Juntos interpretaron “Proud Mary” en homenaje a la gran Tina, para continuar con las rumbas del grupo francés The Gipsy Kings “Bamboléo” y “Volaré”. Y como colofón definitivo, sonó la impresionante “Fix You” y la simpática “Biutyful” de su último disco.

La música no fue el único elemento destacable del concierto: la espectacular escenografía e iluminación transportaban al público al universo creativo de los británicos. Todos los detalles estaban cuidados: la asociación sociocultural Encantades transmitía las canciones a lenguaje de signos para que las personas con problemas de audición pudieran disfrutarlas. Además de estos intérpretes, la organización también proporcionó mochilas vibratorias que permiten a las personas sordas sentir físicamente el impacto y las vibraciones de los sonidos para invitarlas a vivir una experiencia musical completa. Una idea que sugirió Dakota Johnson, actriz y pareja de Martin, al ver que el hermano de Billie Eilish, Finneas O’Connell, las utilizaba para sentir las frecuencias bajas en el cuerpo. El propio cantante lleva 10 años conviviendo con Tinnitus, una patología que provoca palpitaciones y zumbidos en los oídos, y por ello ha iniciado esta campaña que tiene en cuenta a las personas con problemas auditivos