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Franz Ferdinand, o la anatomía de un temazo

La banda publica «Hits to the Head», un recopilatorio de sus casi 20 años de carrera antes de la gira que les trae a España en octubre
David Edwards

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Cuando en 2004 Franz Ferdinand publicaron «Take Me Out» eran unos desconocidos más allá de la escena de Glasgow. El tema dio en la diana gracias a una combinación perfecta de rock con estribillo que se instalaba en tu cabeza, elevaba el espíritu y lograba poner a moverse a las criaturas más arrítmicas en las coctelerías más elegantes. Fue un éxito mundial y, desde entonces y a lo largo de sus siguientes cinco discos, la banda escocesa ha vuelto a dar en el clavo de la producción de temazos siguiendo una misma regla anatómica: «Un hit para mí es la canción que te vuela la cabeza, te eleva el corazón y te arrastra de los pies. No se puede explicar, pero todo el mundo sabe de lo que hablo», señala Alex Kapranos, «frontman» del grupo, que celebra sus casi 20 años de historia con el capricho de toda banda de rock, la publicación de un doble álbum de «greatest hits» que llegó recientemente a las tiendas solo en formato físico.
«Antes de publicar el primer disco ya queríamos sacar un grandes éxitos», bromea Kapranos en la cafetería de un hotel en Madrid acerca de la publicación del álbum. «Originalmente el disco se iba a llamar “Hits to the head, hits to the heart, hits to the feet”, pero era demasiado largo para el título de un disco. Sin embargo, eso resume los objetivos donde una canción buena consigue hacer efecto», explica. Elegir para el recopilatorio, de entre tantos temas como ha publicado la banda, los que caben en un doble vinilo no fue sencillo. «Hubo algunas peleas. ¿Ves la cicatriz? Pero nos lo planteamos como el repertorio de un festival», dice a su lado el bajista, Bob Hardy. De hecho, el contenido del grandes éxitos será el material que mueva la gira para este año, que llega a España en octubre. «Es un repertorio que va directo a la yugular», añade Hardy introduciendo un nuevo elemento anatómico.

Energías e inercias

La pandemia ha dejado en el grupo cicatrices más palpables, como la salida del batería, Paul Thomson, sustituido por Audrey Tait. «Pensamos que se ha cansado de las giras. Puede que la pandemia haya tenido que ver, porque estuvimos más de un año sin vernos todos y las energías se pierden, las inercias que nos mueven se detienen y te replanteas todo en tu vida. Aunque se ha comprado una máquina automática de café y está encantado de la vida. Ha perdido un poco la cabeza», ríe Kapranos, que contrajo el virus en Navidad: «Tuve que dejar de comer pepinillos y cebollitas, que me gustan mucho, porque no me sabían a nada. Si lo piensas, tampoco creo que tengan el menor valor nutricional, así que no ha sido una gran pérdida. ¡Pero me encantaban!».
Canciones como «Do You Want To», «No You Girls», «Ulysses» o «The Dark of the Mantineé» fueron construyendo la lista de éxitos de la banda. «La razón para sacar un disco de grandes éxitos en la era de Spotify se llama “doble vinilo”. Esa, y que las canciones están ordenadas cronológicamente y las listas digitales, no», apunta el vocalista. Saborear las mieles del temazo no les ha convertido en presos de esa gloria. «Nunca escribimos una canción buscando el hit o esperando que lo sea, porque seríamos unos ilusos. Tampoco creo que sea posible. Lo hacemos solo por diversión. Adoro escribir canciones, es algo que me divierte y que me hace feliz. Y si buscase el hit se convertiría en una rutina o un modo de explotación comercial, un trabajo, en suma, y perdería la alegría. Y lo he hecho así desde el primer día, hace 19 años». Kapranos no pierde la ilusión por seguir haciéndolo.