En busca del tesoro: un empresario esconde por EE UU cinco cofres valorados en 2 millones de dólares
A través de su libro "There's treasure inside", el estadounidense John Collins-Black ha creado una apasionante caza del tesoro escondiendo artículos de todo tipo
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La realidad supera la ficción, al menos en la mente de Jon Collins-Black. Este empresario estadounidense tiene una gran fortuna de haber invertido en criptomonedas, y aún más imaginación. Ha creado una caza del tesoro digna de cualquier ficción protagonizada por Nicolas Cage, y que da la oportunidad a cualquier persona de hacerse con un lote que supera los dos millones de dólares.
Collins-Black se define como un amante de los rompecabezas, los desafíos y las aventuras. Él mismo ha buscado tesoros escondidos, y sus intensas experiencias le han valido para crear su propio reto. Durante cinco años de su vida, ha ido adquiriendo objetos extraños y de gran valor, los ha ido escondiendo en diversos lugares, y con la publicación de su libro "There's treasure inside" propone al lector que se haga con ellos.
A través de estas páginas, el autor ofrece pistas para los cazadores del tesoro, con las que podrán localizar los cinco cofres que ha escondido por todo Estados Unidos. Explica que "quería que los cofres estuvieran separados para darle a la gente una posibilidad optimista y aventurera", asegurando que ha elaborado este curioso mapa del tesoro contando con seleccionados estrategas y editores, en la menor medida posible para evitar que se filtrasen pistas al gran público.
Las piezas del tesoro son tan variadas como únicas, lo que permite que se atraiga la atención de personas con todo tipo de gustos e intereses. Se incluyen bitcoins, antigüedades, objetos de naufragios, cartas raras de Pokemon, recuerdos deportivos, oro, metales preciosos, gemas... Hay incluso objetos creados o que han pertenecido a figuras históricas, véase Pablo Picasso, George Washington, Amelia Earhart, Henry David Thoreau o Louis Comfort Tiffany.
Revuelo entre cazadores
- Todo en este proyecto, reitera Collins-Black, "es real. En el proceso, más de una docena de personas vieron los cofres y los objetos antes de ser escondidos. Fotógrafos y videógrafos profesionales documentaron cada pieza en formato digital. Además, los cofres fueron hechos a medida por un herrero". Hasta la fecha, no hay constancia de que ningún lector aventurero haya hallado ninguna de estas cajas, explicando el autor que de conocer algún hallazgo lo comunicará a través de la web oficial.
Personalmente, añade, "gasté más de dos millones de dólares en este tesoro. Pero el precio del oro, así como el valor de muchos de los objetos que lo componen, ya han aumentado significativamente desde que los adquirí". Un innovador proyecto que ya ha generado revuelo en EE UU, con miles de participantes reunidos en diferentes canales de discusión, y con muchos convencidos incluso de haber identificado los estados donde se encuentran los cofres. Una búsqueda apasionante, exigente, digna de película, y que no ha hecho más que empezar.