Palabra de Ai Weiwei: “China o libertad”
En su documental “Coronation” el activista pone en tela de juicio la versión oficial del país asiático durante los estrictos meses de confinamiento y apunta a un oscurantismo informativo
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El artista chino Ai Weiwei acaba de estrenar «Coronation»; su última contribución a ese género tan de moda que es el «documentalismo activista», y en el que narra la verdadera realidad del estricto encierro sufrido por la ciudad china de Wuhan durante los peores meses de la pandemia. Nadie sabe exactamente lo que sucedió en los hospitales, en las calles y en los hogares chinos durante el apagón informativo impuesto por las autoridades de aquel país. La propia misión que la OMS realizó recientemente a Wuhan arrojó –en opinión de Ai Weiwei– resultados muy superficiales. Y con el fin de generar un contrapeso a este oscurantismo informativo, el artista chino se ha embarcado en este arriesgado proyecto en el que lo que se busca es ofrecer una visión disidente que ayude a deconstruir el relato perverso urdido por la maquinaria oficialista. Los objetivos, no obstante, que Ai Weiwei persigue con la realización de «Coronation» no apuntan únicamente al desenmascaramiento de una mentira específica; la de Wuhan como zona cero de la pandemia. Es voluntad del director utilizar este caso de gestión como paradigma de una estrategia mayor conducente al control de occidente.
En efecto, China quiere imponer un «régimen de verdad» que merme las democracias liberales. De ahí que la información viciada, el empleo de las tecnologías y las inversiones económicas se hayan convertido en armas poderosas a la hora de inocular el veneno que está acabando poco a poco con la salud de las principales democracias del mundo. La libertad está en riesgo de desaparición, avisa Ai Weiwei, y quien se atreva a cuestionar la versión oficial de la realidad se expone a sufrir el boicot de quienes controlan la distribución de la información.
De hecho, Ai Weiwei denuncia la falta de valentía de las grandes plataformas occidentales –Netflix y Amazon–, las cuales se negaron a estrenar su documental por miedo a las represalias del gigante chino, primera potencia cinematográfica del mundo. Ai Weiwei vuelve al ataque. Y lo hace en el terreno en el que realmente es valioso y constituye un ejemplo de activismo político: el contexto socio-político chino. Nadie como él a la hora de denunciar el desprecio por la libertad que manifiesta una parte importante del gobierno de Pekín. Sin embargo, su éxito como marca de activismo global le ha llevado a sumarse a cualquier causa en la que se reclame algo, prestando su nombre a «luchas» que desconoce y que han llevado a banalizar su trayectoria como artista y activista. Con «Coronation» regresa el mejor Ai Weiwei; aquel que está dispuesto a arriesgar su vida con tal de que la libertad y la democracia no sean ultrajadas.