«Los Croods: una nueva era», los cavernícolas a la caza del progreso
Con las voces en español de Raúl Arévalo y Anna Castillo, los habitantes más primitivos del «croodácico» vuelven con una secuela en clave ecologista
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Entre el jurásico y el cretácico existió el «croodácico», una era de la evolución geológica de la Tierra en la que la naturaleza aún no había decidido qué quería ser y los primeros humanos se cruzaban con «aracnolobos», «monopuños» y demás híbridos silvestres sin desarrollar. Esa es, al menos, la divertida tesis de la que parte «Los Croods: una nueva era», la segunda parte de las aventuras de la familia prehistórica.
Después de un exitoso estreno en salas asiáticas y estadounidenses que, casi con toda seguridad, la convertirán en la película más taquillera del año, la apuesta navideña de Universal cuenta en su versión original con las voces de Nicolas Cage y Emma Stone. La versión española está adaptada por dos pesos pesados de la pantalla patria: Raúl Arévalo («Antidisturbios», «La isla mínima») y Anna Castillo («La llamada», «Viaje al cuarto de una madre»). Los intérpretes, que se enfrentaban a su primer trabajo de doblaje para una película de animación infantil, definen el reto: «Ha sido muy difícil y muy divertido. Mi personaje se ha creado para que lo doblara Peter Dinklage, entonces tenía que adaptarme a él, que a su vez se estaba adaptando a la animación», explica Arévalo. Y le complementa Castillo: «Repetíamos tantas veces las tomas que al final acabé aprendiendo qué se busca en los doblajes y a darme cuenta de cuáles eran buenas y cuáles no».
Algo chocante
Sobre el tema que suele rodear las traducciones que implican a rostros conocidos y no a actores profesionales de doblaje, la pareja debutante sale rápido al paso: «La gente sabe distinguir un buen trabajo de uno regular. No nos tiene por qué salpicar. Yo quería que me probaran antes y así lo hicieron, no deseaba prestar mi voz a algo de lo que no fuera a estar orgullosa», confiesa Castillo antes de que matice Arévalo: «Todo pasa por el director de doblaje. Si de repente metes ahí un elemento extraño de alguien que no esté bien dirigido, por supuesto que va a resultar chocante y te va a sacar de la película».
Siete años después de que «Los Croods» desembarcaran en la gran pantalla, el filme dirigido por el debutante Joel Crawford busca más allá de los límites de la propia familia: después de integrar a Chico, el amor adolescente de Eep, en el clan, los Croods conocerán a los Masmejor, una familia más evolucionada tecnológicamente que ellos, pero que tiene intenciones ocultas tras su acogedora fachada. Castillo, que da voz a la hija de los Masmejor, lo explica: «La película es muy familiar y tiene muchas lecturas. Yo me quedé con la del feminismo y la sororidad entre mi personaje y el de Eep, pero también se puede leer en clave de respeto al medio ambiente o a la convivencia con aquellos que son diferentes a nosotros». Arévalo, su padre en la ficción, remarca la importancia de que la película se pueda disfrutar en salas y añade: «Da cierta seguridad en un momento tan confuso».
El nuevo filme de DreamWorks explota lo acrónico y aprovecha las últimas gotas de la esencia que lo hizo grande: si todas las sinopsis de Pixar comienzan con un «¿Qué pasaría si…?», las del estudio de «Shrek» y «Kung fu Panda» podrían terminar con un «… en un lugar que no les corresponde». El resultado, técnicamente, es maravilloso, pero la película se vuelve incontestable cuando cabalga a lomos de un guion que desecha cualquier conato de moralina en favor del entretenimiento puro y sin ambages.