La quita de la deuda ahorra solo 165 millones en intereses a la Comunidad Valenciana

La quita de la deuda para las comunidades autónomas anunciada la pasada semana por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a bombo y platillo como si se tratara del «maná», no solamente es injusta e insuficiente para la Comunitat Valenciana, sino que además supone un ahorro mínimo en gasto de intereses por la deuda. En concreto, si finalmente se aplica la medida tal y como se ha planteado -lo cual parece lo más probable- la Generalitat valenciana dejará de pagar este año en gastos financieros únicamente 165 millones de euros.

La cifra, que a primera vista ya es irrisoria, supone solamente el 14 por ciento de los intereses totales a los que tendrá que hacer frente el Consell en 2025, que ascienden a, nada menos que 1.183 millones de euros.

Por si esta comparativa no resulta lo suficientemente elocuente, se puede medir también con respecto a lo que la Comunitat pierde cada mes por la no actualización de las entregas a cuenta del sistema de financiación autonómica: unos 200 millones de euros. Para la Generalitat valenciana, el único efecto del ahorro en intereses sería una ligera reducción del déficit.

Se mire por donde se mire, el ahorro es menor es insuficiente para paliar una más que complicada situación financiera de las arcas valencianas, que además deben hacer frente ahora al peor momento de su historia reciente con la reconstrucción tras la dana del pasado mes de octubre. En este sentido, basta recordar que el Gobierno central no ha aprobado ningún tipo de ayudas directas -o a fondo perdido, como se suele decir- para hacer frente a los gastos de la recuperación. Únicamente aprobó una mayor capacidad de endeudamiento para la región. Es decir, la Comunitat debe endeudarse para pagar la reconstrucción.

Además, como sucede con la propia quita de la deuda, que supone para la Comunitat poco más de 11.200 millones de euros, el ahorro en gastos financieros no puede destinarse a gasto social, puesto que lo impide la ley del techo de gasto.

A todo lo anterior se suma, además, que la condonación propuesta por el Gobierno para la CV parte de un defecto original, pues está basada en un cálculo a la medida de los independentistas catalanes, cuya solvencia técnica fue puesta en cuestión la pasada semana por los expertos de la comisión Consell-Corts y Fedea.

El motivo fundamental es que esa condonación en ningún caso compensa la deuda derivada de la infrafinanciación, que es el origen del 80% de la deuda acumulada por la Generalitat.

En concreto, solo equivale a uno de cada cinco euros de la deuda valenciana total (57.996 millones) y a uno de cada cuatro euros de la deuda valenciana justificada por el mal funcionamiento del SFA (46.099 millones). Ambos porcentajes son los más bajos ofrecidos a cualquiera de las comunidades.

La trampa de Montero

El Ministerio de Hacienda ha elaborado una enrevesada metodología de reparto de condonación de la deuda autonómica que, no solamente deja a la Comunidad Valenciana con una irrisoria cantidad de deuda «perdonada», sino que además la excluye de la cifra adicional para compensar la infrafinanciación autonómica sufrida de manera histórica, que es precisamente la principal reivindicación de la región durante los últimos años.