FALLAS

Unas Fallas sin falla: la dana deja monumentos por plantar y división

Las comisiones de Massanassa guardarán sus fallas para el año siguiente excepto una por no tener espacio para ello

El monumento de la Falla Pobla Massanassa al fondo en el taller guardada para el año que viene
El monumento de la Falla Pobla Massanassa al fondo en el taller guardada para el año que vieneDavid Soler Crespo

El 15 de febrero, la Falla Poble de Massanassa reabrió su casal en el centro de uno de los municipios que fue zona cero de la dana. «¿Qué te parece cómo ha quedado?», dice su presidenta, Elísabet Tárraga, orgullosa. En el local en el que hasta hace unos meses había humedades del agua y lodo y en el que organizaron un reparto de regalos en Navidad para los más pequeños ahora hay un futbolín, unos altavoces y cuatro botelleros nuevos.

A menos de una semana de la plantà, todo parece listo para comenzar la fiesta, pero este año faltará lo más importante: la falla.

La dana afectó a las cuatro comisiones falleras de Massanassa. Dos de ellas, las comisiones de la Falla L’Alquería y la Falla Jaume I tenían sus monumentos afectados: la primera tenía dañada la estructura y la segunda perdió su monumento pequeño, mientras que el grande que estaba en Alicante se salvó. Ambas dijeron que no plantarían falla este año y la Falla Poble y la Falla El Divendres, cuyos monumentos corrieron mejor suerte, buscaron hacer lo mismo en solidaridad. La primera de las dos no plantará este año ni su monumento grande ni el infantil, que se conservarán para el año que viene. Tárraga habló con los maestros falleros Paco Cuadros y David Zahonero, quienes le ofrecieron guardar el monumento en su nave de Catarroja.

Detrás de varias figuras gigantes cubiertas y listas para sacar emergen la figura de Batman que iba a salir este año, todavía sin pintar. El hecho de que tomaran una decisión rápida antes de continuar fue clave, ya que una vez pintados los monumentos están diseñados para que duren en perfectas condiciones unos quince días como mucho, según explican los maestros falleros. Para ellos fue un alivio ya que estuvieron un mes y medio parados y han tenido que correr para entregar todos su monumentos en plazo, como también lo ha sido para la propia comisión.

Los gastos de reparar el casal le supusieron un esfuerzo económico de más de 7.500 euros en un año con menos ingresos. «Cancelamos las cuotas durante tres meses y he tenido que ir preguntándole a la tesorera si había dinero en la cuenta», dice la presidenta, que añade que este año no han podido hacer llibret porque muchos negocios de la zona no han podido reabrir y pagarlo con su publicidad. Con una cuota mensual de 15,50 euros por adulto y 6,50 euros por niño y unos 200 falleros, la dana ha supuesto una dificultad notable y el poder guardar sus monumentos, con un valor aproximado de 14.000 euros, un alivio económico que otros no se han podido permitir.

«La Falla El Divendres quiso hacerlo pero no tenía nave y aunque le ofrecieron una, costaba 8.000 euros, casi como hacer una falla nueva», dice Tárraga, quien agradece la solidaridad de sus maestros falleros, ya que en el caso de la otra comisión les iban a cobrar por cualquier desperfecto.

División entre comisiones

Ante el alto coste de guardarla, la Falla El Divendres sí plantará y será la única de Massanassa con monumento en la calle, pero no la única en celebrar unas fiestas que han dejado división. Las cuatro comisiones decidieron reunirse tras la dana para evaluar daños y ver cómo afrontaban un año incierto entre el luto y las ganas de salir adelante.

En la reunión se valoró hacer una presentación y una cabalgata conjunta, pero las comisiones de Falla L’Alquería y Falla Jaume I prefirieron desmarcarse y no tener actos falleros en señal de luto, una decisión que Tárraga acepta por respeto, pero que ha generado tensión en Massanassa ante la decisión de las otras dos fallas de seguir adelante con los actos. «Por querer hacer la fiesta nos han llamado insolidarios», alega la presidenta de Falla Poble. La carpa de la falla El Divendres apareció rajada, algo que preocupa y duele a Tárraga, más todavía tras conocer que las dos comisiones que decidieron no celebrar estas fallas al final han decidido montar su carpa y sí realizar actos falleros.

«Hay floristas, músicos, artistas, indumentaristas... la economía fallera no se puede parar», dice, y añade que se debe a sus miembros que han pagado sus cuotas y ya se han quedado sin falla. «Hay falleros que nos decían: ¿y si me quiero borrar no disfruto mi monumento?», dice.

A pesar de no tener monumento, la Falla Poble celebrará una plantá y cremá simbólica buscando el origen de las fiestas con L’Estoreta Velleta. «Sacaremos trastos viejos como antaño y los niños harán algún monumento ellos y los quemaremos juntos», dice Tárraga, que asegura que este es sin duda un año especial y buscarán honrar a las víctimas: «¿Qué ofrenda más bonita puede haber que este año para poder homenajear a los fallecidos?», finaliza.