Conoce la historia de cómo se creó el cargo de Fallera Mayor de Valencia

¿De dónde viene la figura tan admirada y respetada de las Falleras Mayores en el mundo de las Fallas? Sobre el amplísimo universo de las Fallas todavía queda mucho para investigar, descubrir y contar.

En el año 1929, el diario ABC de Madrid convocó el primer concurso de belleza de España, lo que hoy sería Miss España. A él concurrieron 26 candidatas de todo el país. Una de ellas fue la valenciana Pepita Samper Bono, que se vistió con el traje de valenciana.

El jurado estuvo integrado por famosos artistas, uno de ellos el escultor valenciano Mariano Benlliure. La ganadora fue Pepita Samper, y como tal debió formar parte del Gran Concurso Internacional de Belleza, que se celebró en París. Ella fue, pero no participó porque la tarde del concurso falleció la reina María Cristina y en señal de duelo se retiró de la competición. Para tal concurso llevo dos trajes de valenciana, ya que ella allá donde fuera llevaba la indumentaria tradicional de la región.

Con motivo de este hecho, el Ayuntamiento de Valencia invitó a Pepita Samper a presidir las fiestas de las Fallas en 1930, rindiéndole grandes homenajes. Lo sucedido hizo pensar al Comité Central Fallero que una mujer todos los años podría presidir las Fallas y en 1931 convocaron un concurso en Viveros para traer a quien pudiera obtener tal honor.

Se presentaron 82 jóvenes que hicieron dos pases delante de la multitud, y la que más ovaciones obtuvo fue la escogida. La ganadora fue Ángeles Algarra Azura, de la Falla Plaza del Negrito. El título no era Fallera Mayor de València, sino Reina Fallera. Ese año se hizo la primera "cridà", pero a la manera antigua, pregonando la fiesta por las calles y plazas.

En 1932, el alcalde de València, Vicente Alfaro, le retiró el título de Reina al cargo, eran tiempos republicanos, y se nombró Fallera Mayor, nomenclatura actual. Además, también le cambió el nombre a las Fallas, que no se llamarían de San José, sino la fiesta de las Fallas. Fue en esa época en la que nació el ninot indultat, la Nit del Foc, la Cabalgata del Foc y las revistas falleras.

En los años 30, los republicanos hicieron un gran esplendor de las Fallas en todos los sentidos. El mismo año 1936, antes de que comenzara la guerra civil, en Valencia se plantaron 120 fallas. La guerra lo desbarató todo. En 1937, solo se hicieron cuatro monumentos falleros que no llegaron ni a plantarse, ya que lo prohibió el ayuntamiento, peor fueron expuestas en la Lonja de la Seda.

De 1937 a 1939 no hubo Falleras Mayores. En 1940 y 1941, una vez finalizada la guerra, se retomó la fiesta y fue Fallera Mayor la joven María Luisa Aranda Salaels ambos años, al ser hija del General Aranda, primer capitán general de Valencia del nuevo régimen franquista.

Hasta 1979, las Falleras Mayores fueron designadas a dedo por la autoridad franquista y ya después comenzó la elección democrática. En total se cuentan ya 91 Falleras Mayores: 7 republicanas, 39 franquistas y 45 democráticas.