Exploración espacial

Problemas en el “despegue”: la disfunción eréctil afecta a los astronautas

De acuerdo con un reciente estudio, los efectos se mantenían aún después de un año de regresar a la Tierra.

Así vestirán los y las futuras astronautas en la próxima misión a la Luna
El estudio solo investigó las consecuencias en hombres, falta aún un estudio sobre el efecto en mujeres astronautas.Collins Aerospace

Uno de los aspectos centrales en la exploración espacial es los efectos de la falta de gravedad y la radiación cósmica en el cuerpo de los y las astronautas. Sabemos que afecta la visión, el sistema inmune o promueve ciertos tipos de tumores, tanto que hasta la OMS se ha manifestado al respecto. Y ahora llega una consecuencia desconocida: la disfunción eréctil.

En una serie de experimentos realizados en laboratorio, se descubrió que la exposición de ratas macho a la radiación cósmica galáctica simulada (GCR) y la ingravidez afectaron la función del tejido eréctil en el pene. Los resultados se han publicado en The FASEB Journal. Lo sorprendente es que estos efectos se observaron incluso después de un período de recuperación de un año, lo que sugiere que la exploración del espacio profundo podría tener impactos duraderos en la salud de los astronautas.

Con misiones tripuladas al espacio exterior planificadas para los próximos años, "este trabajo indica que la salud sexual debe ser controlada de cerca en los astronautas a su regreso a la Tierra – señala el líder del estudio, Justin La Favor -. Tanto el GCR como la ingravidez se asocian con resultados adversos para la salud, aunque los efectos sobre la función eréctil no se habían investigado previamente".

Mientras la industria espacial se prepara para enviar astronautas alrededor de la Luna en 2024 y a Marte en 2040, se presta más atención a los posibles impactos a largo plazo de la exploración del espacio profundo en el cuerpo humano. Durante tales misiones, los astronautas estarían expuestos a la ingravidez, así como a los altos niveles de GCR.

En la Tierra, la espesa atmósfera del planeta ayuda a desviar las GCR de regreso al espacio, protegiendo la vida. Pero en el espacio hay menos protección, por lo que los astronautas están más expuestos a sus efectos. Por ejemplo, una estancia de seis meses en la Estación Espacial Internacional da a los astronautas una dosis de radiación de rayos cósmicos equivalente a unas 25 vidas en la superficie de la Tierra.

Si la intención de misiones a otros planetas es el establecimiento de colonias en el espacio y crear una población autónoma, la capacidad de mantener una erección, resulta de gran influencia. Así, los efectos de la exploración espacial en la salud reproductiva, podrían ser una consideración importante para los astronautas varones, especialmente si la condición persiste a largo plazo.

Para llegar a esta conclusión, el equipo de La Favor expuso a 86 ratas macho adultas a la descarga de las extremidades traseras, una forma experimental de simular la ingravidez levantándolas por la cola para que queden suspendidas con la cabeza hacia abajo en un ángulo de 30 grados. Esta simulación recrea dos de los principales efectos fisiológicos de la baja gravedad: los animales no soportan peso, por lo que no hay resistencia en sus músculos y huesos, e imita los cambios en los fluidos corporales y la presión que ocurren en ausencia de gravedad.

Al mismo tiempo, utilizando el simulador GCR terrestre del Laboratorio de Radiación Espacial de la NASA, las ratas fueron expuestas a una dosis de cantidades altas o bajas de radiación cósmica.

Alrededor de 12 a 13 meses después, se extrajeron muestras del cuerpo cavernoso, el tejido eréctil del pene y de la arteria pudenda que regula el flujo de sangre hacia el pene durante una erección. Y lo que descubrieron fue que los GCR, y en menor medida la ingravidez, perjudicaban la función de ambos tipos de tejidos, principalmente al aumentar el estrés oxidativo, cuando hay una acumulación de radicales libres en el cuerpo que pueden dañar las células.

Sin embargo, experimentos posteriores demostraron que era posible contrarrestar algunos de los efectos causados por el GCR utilizando ciertos tipos de antioxidantes. Hay que destacar que el estudio solo consideró los efectos sobre la salud del GCR y la ingravidez después de un largo período de recuperación, por lo que es posible que los efectos a corto plazo sean más graves.

“En el futuro - concluye el estudio – habrá que profundizar en las causas exactas de los efectos observados e investigar formas de prevenirlos. Las mujeres astronautas también estarán a bordo de las próximas misiones, por lo que también será importante investigar los posibles impactos de la exploración del espacio profundo en su función sexual”.