Investigación
La NASA descubre nuevos cometas oscuros y eleva a 14 la cifra de ejemplares
Estos objetos voladores parecen asteroides aunque se comportan como cometas
Los astrónomos han duplicado el número conocido de cometas oscuros, una misteriosa clase de objetos celestes que desafía las distinciones entre asteroides y cometas. En un reciente estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, investigadores de la NASA anunciaron el descubrimiento de siete nuevos cometas oscuros, elevando el total a catorce.
Estos objetos, que parecen asteroides pero se comportan como cometas, ahora se dividen en dos categorías: los cometas oscuros exteriores, más grandes y ubicados en el sistema solar exterior, y los interiores, más pequeños y situados en el sistema solar interior.
La historia de los cometas oscuros
El primer indicio de la existencia de cometas oscuros surgió en 2016, cuando los astrónomos notaron una desviación inexplicable en la órbita del “asteroide” 2003 RM. La anomalía, que no podía ser atribuida al efecto Yarkovsky u otras fuerzas conocidas, sugería que el objeto liberaba material volátil, como un cometa. Sin embargo, no había señales visibles de una cola.
En 2017, la llegada del objeto interestelar 1I/2017 U1 ('Oumuamua) añadió más misterio. Su comportamiento era similar al de 2003 RM, pero también carecía de una cola visible. Este descubrimiento reforzó la idea de que había una categoría de objetos que escapaban de las clasificaciones tradicionales.
Los dos tipos de cometas oscuros
Según el estudio liderado por Darryl Seligman, de la Universidad Estatal de Michigan, los cometas oscuros se dividen en dos tipos:
- Cometas oscuros exteriores: ubicados en el sistema solar exterior, tienen órbitas elípticas altamente excéntricas y diámetros de cientos de metros o más. Son similares a los cometas de la familia Júpiter.
- Cometas oscuros interiores: situados en el sistema solar interior, estos objetos tienen órbitas casi circulares y son significativamente más pequeños, con diámetros de decenas de metros o menos.
El análisis de sus propiedades reflectivas, o albedo, permitió diferenciar estas dos poblaciones, arrojando luz sobre su naturaleza y origen.
Una cuestión por resolver
Los cometas oscuros no solo amplían nuestro conocimiento sobre los objetos celestes, sino que también plantean nuevas preguntas. ¿De dónde vienen? ¿Qué provoca su aceleración anómala? ¿Podrían contener hielo y, potencialmente, ser portadores de los ingredientes para la vida en la Tierra?
Estos objetos son una ventana hacia los procesos que moldearon nuestro sistema solar y quizá incluso hacia el origen de la vida. Es por ello que la investigación continúa, con la esperanza de desentrañar más secretos sobre estos fascinantes viajeros espaciales.