Astrogeología

Este sería el motivo por el cual Marte es rojo. Y no es el que creíamos

El hallazgo ofrece una pista tentadora sobre el pasado más húmedo y potencialmente más habitable de nuestro vecino.

Marte
Imagen de Marte tomada por la sonda VikingJPL-Caltech/NASAJPL-Caltech/NASA

Sea por cercanía, por abarcar el gentilicio de los aliens del universo (marcianos) o por motivos de exploración vecina, Marte ha cautivado tanto a científicos como al público durante siglos. Y una de las principales razones es el tono rojizo del planeta, que le ha valido al cuarto “mundo” desde el Sol, uno de sus apodos más populares: el "Planeta Rojo".

Pero, ¿qué es exactamente lo que le da al planeta su color icónico? Los científicos se han preguntado esto desde que comenzaron a estudiarlo. Hoy, finalmente, pueden tener una respuesta concreta, una que se relaciona con el pasado acuoso de Marte.

Los resultados de un nuevo estudio publicado en Nature y dirigido por investigadores de la Universidad de Brown y la Universidad de Berna sugieren que el mineral de hierro rico en agua, la ferrihidrita, puede ser el principal culpable del polvo rojizo de Marte. Su teoría, a la que llegaron analizando datos de sondas enviadas al planeta y de simulaciones de laboratorio, contradice la teoría predominante de que un mineral seco y parecido al óxido llamado hematita es la razón del color del planeta.

“La pregunta fundamental de por qué Marte es rojo se ha planteado durante cientos, si no miles, de años – explica Adomas Valantinas, líder del estudio en un comunicado -. A partir de nuestro análisis, creemos que la ferrihidrita está por todas partes en el polvo y probablemente también en las formaciones rocosas. No somos los primeros en considerar la ferrihidrita como la razón por la que Marte es rojo, pero nunca se había demostrado como lo hemos hecho nosotros, utilizando datos de observación y nuevos métodos de laboratorio para esencialmente crear un polvo marciano en el laboratorio”.

La ferrihidrita es un mineral de óxido de hierro que se forma en entornos ricos en agua. En la Tierra, se asocia comúnmente con procesos como la erosión de rocas volcánicas y cenizas. Hasta ahora, su papel en la composición de la superficie de Marte no se entendía bien, pero esta nueva investigación sugiere que podría ser una parte importante del polvo que cubre la superficie del planeta.

El hallazgo ofrece una pista tentadora sobre el pasado más húmedo y potencialmente más habitable de Marte porque, a diferencia de la hematita, que normalmente se forma en condiciones más cálidas y secas, la ferrihidrita se forma en presencia de agua fría. Esto sugiere que Marte puede haber tenido un entorno capaz de sostener agua líquida, un ingrediente esencial para la vida, y que pasó de un entorno húmedo a uno seco hace miles de millones de años.

“Lo que queremos entender es el clima marciano antiguo, los procesos químicos en Marte, no solo antiguos, sino también actuales – añade Valantinas -. Luego está la cuestión de la habitabilidad: ¿Hubo alguna vez vida? Para entender eso, es necesario comprender las condiciones que estaban presentes durante el tiempo de formación de este mineral. Lo que sabemos de este estudio es que la evidencia apunta a la formación de ferrihidrita, y para que eso sucediera debe haber habido condiciones en las que el oxígeno, del aire u otras fuentes, y el agua pudieran reaccionar con el hierro. Esas condiciones eran muy diferentes del entorno seco y frío de hoy. A medida que los vientos marcianos esparcieron este polvo por todas partes, crearon la icónica apariencia roja del planeta”.

El equipo de Valantinas analizó datos de múltiples misiones a Marte, combinando observaciones orbitales del Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA y el Mars Express y Trace Gas Orbiter de la Agencia Espacial Europea con mediciones a nivel del suelo de rovers como Curiosity, Pathfinder y Opportunity.

“El polvo marciano es muy pequeño en tamaño, por lo que para realizar mediciones realistas y precisas simulamos los tamaños de partículas de nuestras mezclas para que se ajusten a las de Marte - afirma Valantinas -. Utilizamos una máquina trituradora avanzada que redujo el tamaño de nuestra ferrihidrita y basalto a tamaños submicrónicos. El tamaño final fue de 1/100 de un cabello humano y los espectros de luz reflejada de estas mezclas proporcionan una buena coincidencia con las observaciones desde la órbita y la superficie roja de Marte”.

A pesar de lo emocionante que resulta este hallazgo, Valantinas es muy consciente de que nada de esto se puede confirmar hasta que se traigan muestras de Marte a la Tierra, lo que deja el misterio del pasado del Planeta Rojo fuera de alcance.

“El estudio es una oportunidad que abre una puerta – concluyen los autores -. Nos da una mejor oportunidad de aplicar los principios de formación y condiciones minerales para retroceder en el tiempo. Sin embargo, lo que es aún más importante es el regreso de las muestras de Marte que está recogiendo ahora mismo el rover Perseverance. Cuando las recuperemos, podremos comprobar y ver si esto es correcto”.