Fisiología
Descubren por qué las resacas empeoran con la edad
La clave está en las enzimas que metabolizan el alcohol
La sensación que se produce después de beber demasiado es muy conocida: dolor de cabeza intenso, piel húmeda, pensamientos acelerados y malestar estomacal. A menudo, estas resacas parecen empeorar con la edad. A medida que nos hacemos mayores, la cantidad de alcohol que solíamos beber en nuestra juventud sin efectos nocivos se va reduciendo.
La resaca es causada por una gran cantidad de cambios en el cuerpo que ocurren después de beber en exceso. El alcohol es tóxico para las células, de acuerdo con un estudio realizado por expertos de la Universidad de Texas, ya que puede dañar el ADN e impedir procesos celulares importantes. A medida que se descompone, el alcohol se transforma brevemente en una sustancia tóxica diferente, llamada acetaldehído, antes de convertirse en un compuesto menos tóxico llamado acetato y, finalmente, en agua y dióxido de carbono.
Sin embargo, a medida que las personas envejecen, las enzimas del hígado que metabolizan el alcohol y sus subproductos tóxicos pueden volverse menos eficientes, por lo que esas sustancias químicas tóxicas pueden permanecer en el cuerpo durante más tiempo que antes. Cuando el acetaldehído permanece en el hígado, también puede causar una inflamación generalizada en el cuerpo. Las citocinas, los mensajeros químicos que provocan la inflamación, se han relacionado con el malestar, la ansiedad, la irritabilidad y la fatiga, todos síntomas comunes de la resaca.
Además, en comparación con los jóvenes, las personas mayores tienen más probabilidades de sufrir dolor crónico y afecciones que provocan inflamación, como diabetes y artritis. Por lo tanto, beber demasiado podría resultar en un doble golpe de inflamación, además de un nivel de referencia ya alto. De acuerdo con Aaron White, líder de la División de Epidemiología y Biometría del Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo, “esto podría empeorar el malestar físico existente y, en última instancia, resultar en una resaca más severa”.
Otro factor que vincula la intensidad de la resaca con la edad es la hidratación: a medida que envejecemos es más difícil mantenerse hidratado, algo que también ocurre cuando bebemos. Y esto es lo que provoca el malestar general.
El alcohol es un diurético, lo que significa que expulsa agua del cuerpo. Los científicos “aún están debatiendo exactamente qué papel juega la deshidratación en las resacas – añade White-, pero es bien sabido que estar deshidratado puede causar dolores de cabeza y fatiga, ambos síntomas comunes de la resaca”.
Y después de los 60 años, la cantidad total de agua en el cuerpo comienza a disminuir debido a la pérdida de tejido. Esta deshidratación no solo lo prepara para una resaca, sino que también podría aumentar la concentración de alcohol en sangre después de beber.
Tanto el alcohol como la edad también alteran el sueño. Beber unas copas puede acelerar el proceso inicial de conciliar el sueño, pero también puede perjudicar la calidad del sueño y hacer que las personas se despierten antes, lo que da como resultado una peor noche de sueño en general.
“La única forma garantizada de evitar una resaca es evitar beber demasiado en primer lugar – concluye White -. El tiempo es la única cura universal para los síntomas de la resaca. Y no beber en exceso es la mejor estrategia para prevenirlos”.
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