
ERC
Junqueras, con el reto de unir a los nuevos descontentos de ERC
El congreso de partido celebrado el fin de semana deja nuevas divisiones sobre todo por el informe de la estructura B y el rechazo a la via Tardà

El congreso de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha dejado al descubierto no solo la ratificación del liderazgo de Oriol Junqueras, sino también las profundas divisiones internas que sacuden al partido. La revelación de la existencia de una estructura paralela de comunicación y estrategia dentro de ERC, así como el rechazo de la dirección a la vía política defendida por Joan Tardà, han generado un descontento que amenaza con fracturar aún más la formación independentista. Un descontento representado incluso en las ausencias de Marta Rovira y de Pere Aragonès, quien se ausentó del cierre del congreso.
Uno de los puntos más polémicos ha sido la confirmación de que, entre 2019 y 2023, funcionó dentro del partido una estructura paralela encargada de impulsar campañas de comunicación opacas, incluyendo las polémicas acciones contra los hermanos Maragall y el ninot colgado de Junqueras en Sant Vicenç dels Horts. El informe elaborado por una comisión liderada por Tardà apunta directamente a la vicesecretaría general de comunicación del partido, encabezada en distintos periodos por Sergi Sabrià, Oriol Lladó y Marc Colomer. Aunque el documento no menciona nombres concretos, el señalamiento de cargos ha provocado un fuerte malestar en sectores de la formación afines a la anterior dirección.
La respuesta de la cúpula de ERC no ha calmado los ánimos. Si bien la dirección ha pedido disculpas a la militancia y a la ciudadanía, asegurando que estos hechos no deberían haber ocurrido y comprometiéndose a evitar su repetición, algunos sectores consideran que la presentación del informe ha sido un «espectáculo vergonzoso». Figuras como Marta Vilaret e Isaac Peraire han denunciado lo que consideran un intento de escarnio contra miembros del partido, lo que agrava aún más la brecha entre las distintas facciones internas.
Este clima de tensión se ha visto amplificado por el rechazo a la propuesta de Tardà de redefinir el partido como un espacio de «independentistas y soberanistas», situando ambas posturas al mismo nivel. Esta idea fue descartada en la ponencia política ratificada por un 90% de los participantes, lo que ha dejado a Tardà y a su sector en una posición marginal dentro del partido.
La nueva hoja de ruta
Pese a estas tensiones, la dirección del partido ha logrado aprobar su estrategia para los próximos años, basada en cinco pilares fundamentales: el traspaso de Rodalies, la política de pactos, la emergencia lingüística, la vivienda y la financiación. En particular, el control del servicio ferroviario ha sido definido como una «estructura de construcción nacional», con la exigencia de que el nuevo gestor de Rodalies sea una empresa «al 100% catalana», pese a las resistencias del gobierno central.
El reto para Oriol Junqueras será ahora recomponer las piezas de un partido marcado por las disputas internas y por la desconfianza de amplios sectores de la militancia. A pesar de haber conseguido consolidar su liderazgo, la gestión de los descontentos y la capacidad de integrar a los sectores críticos determinarán el futuro de ERC en un escenario político cada vez más incierto.
✕
Accede a tu cuenta para comentar