Cataluña
El independentismo toma la Mesa y Josep Rull, de Junts, la presidencia del Parlament
El PSC no consigue el apoyo de ninguna otra formación y completa un órgano rector de la cámara de mayoría secesionista con dos secretarias y un vicepresidente
El independentismo ha conseguido conformar, en la sesión constitutiva de la nueva legislatura, una mayoría en la Mesa del Parlament, algo posible gracias a un pacto suscrito entre ERC y Junts horas antes de la votación. Este acuerdo, que ha mantenido al hemiciclo incierto hasta el recuento final de las papeletas, ha dado como resultado, así pues, que el exconsejero Josep Rull, diputado de Junts, fuera elegido nuevo presidente del Parlament. Así, una de las vicepresidencias ha recaido sobre ERC y dos de las cuatro secretarías también son independentistas, dejando al PSC, la fuerza más votada en las elecciones autonómicas del pasado 12 de mayo, sin el control de una Mesa que volverá a tener barra libre para burlar las leyes y normativas españolas.
Así, pues, ha empezado la jornada: la Mesa de Edad del Parlament, quien debe ordenar el primer pleno hasta la constitución de la Mesa, ha hecho valer su casual mayoría independentista para admitir el voto telemático de los diputados fugados Lluís Puig y Carles Puigdemont, en contra de lo que expuso el Tribunal Constitucional (TC) la pasada semana. Aunque sus votos han terminado sin ser decisivos, la decisión del órgano rector de la sesión ha propiciado el primer rifirrafe de la legislatura, pues tanto PP como Vox exigieron al presidente una rectificación, añadiendo estos últimos que interpondrán una querella a los responsables: Agustí Colomines, de Junts, el diputado de más edad, y Mar Besses, de ERC, la más joven junto a Júlia Calvet, de Vox, que ha enmendado la decisión.
El día, en cualquier caso, ha empezado sin acuerdo por la Mesa y su presidencia. El PSC, según ha explicado a la postre su portavoz Alícia Romero, ha ofrecido a ERC sus votos para la presidencia a cambio de que los republicanos facilitaran una mayoría de miembros socialistas en la Mesa. ERC, que ha delegado en Marta Rovira las negociaciones al despedirse oficialmente Oriol Junqueras de la presidencia, tenía, no obstante, otros planes. La «Mesa antirrepresiva», léase independentista, era el principal objetivo de Rovira, que enseguida ha centrado sus esfuerzos en hablar con Junts. Los posconvergentes, así pues, tenían en mente proponer de nuevo a la hasta la fecha presidenta de la Cámara, Anna Erra, pero no han tenido reparos en cambiar de nombre si así se lo solicitaba ERC para apoyarles, a lo que posteriormente se sumó la CUP. Rull, el hombre de consenso, presume de un especial valor para el conjunto del independentismo -así lo explican fuentes de las tres formaciones que le votaron-, pues formó parte del Govern de Carles Puigdemont en 2017 y pagó las consecuencias de ello desde la cárcel, antes de ser indultado.
A cambio del apoyo de los republicanos a Rull, fácil: Junts apoyaba a la candidata de ERC para la vicepresidencia. La portavoz de los republicanos, Raquel Sans, se hacía así con el segundo cargo de la Mesa, mientras el PSC, en manos del diputado David Pérez, conseguía la vicepresidencia segunda. Esto sucedía, de igual forma que en la votación por la presidencia del Parlament, con los 59 votos que suma actualmente el independentismo en la cámara y los 45 que obtuvo el PSC en las pasadas elecciones. En ninguna de estas dos votaciones -la del presidente y la de las vicepresidentas- ha sido finalmente capaz la formación de Salvador Illa de conseguir apoyo alguno de otras formaciones. Sí, no obstante, en la tercera y última de las elecciones, pues las dos secretarias socialistas escogidas -hay 4 en total- han contado con el apoyo de los comunes, algo que, por otra parte, no necesitaban.
A las dos nuevas secretarias socialistas, Judith Alcalá y Rosa Maria Ibarra, se le suman otras dos independentistas, una de Junts, Glòria Freixa, y otro de ERC, Juli Fernàndez. Así, de los siete miembros de la Mesa, dos forman parte de ERC, otros tantos pertenecen a Junts -sumando una mayoría de cuatro miembros independentistas- y los tres restantes son socialistas. Una mayoría que permite a la Cámara tomar decisiones que beneficien a los diputados que siguen fugados y facilitar tanto su regreso como «poder hablar, debatir y votar absolutamente todo, pues solo la voluntad del pueblo catalán nos limita», según defendieron el propio Rull desde el hemiciclo y la portavoz republicana Marta Vilalta en sala de prensa.
Por su parte, el PP ha acabado sin conseguir un puesto en la Mesa, algo que defendían «tener derecho a» pero que pasaba por un acuerdo con los socialistas que finalmente no se ha producido. Tampoco Vox, a quien se le sigue aplicando un cordón sanitario, o Aliança, igual, que ha votado nulo en todas las llamadas a la urna. El objetivo ahora pasa por proponer un candidato al debate de investidura, que a tenor de lo visto hoy está muy cerca de ser el líder de Junts Carles Puigdemont.
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