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Fútbol

¿Dónde está el estadio desaparecido en el que el Barça forjó su leyenda?

De templo del fútbol a zona residencial: el lugar donde miles de culers vibraron con el Barça ya no existe

El Camp de Les Corts ya no existe físicamente, pero su legado perdura FCBEUROPAPRESS

Antes de que el Camp Nou se convirtiera en el epicentro del barcelonismo, el Camp de Les Corts fue el escenario donde el Futbol Club Barcelona consolidó su identidad y empezó a escribir su historia como uno de los grandes clubes de Europa.

Durante 35 años, entre 1922 y 1957, este estadio fue la casa del Barça y el lugar donde miles de aficionados vivieron algunas de las gestas más memorables del equipo.

Pero lo que un día fue un estadio repleto de pasión, gritos y emociones, hoy es un espacio completamente transformado. En el lugar donde se levantaban las gradas de Les Corts, ahora hay edificios residenciales y los Jardines de Magalí, un rincón tranquilo que poco recuerda su pasado futbolístico.

Un estadio pionero y el origen de los "culers"

El Camp de Les Corts fue diseñado por los arquitectos Santiago Mestres y Josep Alemany, y en sus inicios tenía una capacidad para 25.000 espectadores. Sin embargo, el crecimiento del club hizo que se ampliara progresivamente hasta alcanzar los 60.000 asientos, convirtiéndose en uno de los estadios más grandes de la época.

Uno de los elementos más innovadores del estadio fue la tribuna cubierta, diseñada en 1943 por el ingeniero Eduard Torroja. Pero lo más curioso de Les Corts no fue su arquitectura, sino el nacimiento de un término que ha perdurado en el tiempo. Desde la calle, los peatones podían ver la parte trasera de los aficionados sentados en las gradas. Esta peculiar vista dio origen al apodo de los seguidores del Barça: "culers", un término que hoy sigue identificando a la afición azulgrana en todo el mundo.

Un campo que vio nacer la gloria del Barça

El Camp de Les Corts no fue solo un estadio, fue el lugar donde el Barça empezó a construir su leyenda. Aquí, el equipo ganó sus primeros grandes títulos, incluyendo tres Copas de España (1924-25, 1925-26, 1927-28) y el primer título de Liga en la historia del fútbol español, conquistado en la temporada 1928-29.

Durante estos años, jugadores míticos como Paulino Alcántara, Josep Samitier, Ricardo Zamora y Emili Sagi-Barbahicieron historia, convirtiendo el estadio en una auténtica catedral del fútbol. Las gradas vibraban con cada gol, y el sentimiento azulgrana crecía hasta consolidarse como uno de los más fervientes de España.

El fin de una era y el nacimiento del Camp Nou

A medida que el Barça se hacía más grande, quedó claro que Les Corts se estaba quedando pequeño. El estadio no podía expandirse más debido a la falta de espacio en el barrio, y el club necesitaba una infraestructura que pudiera albergar a la creciente afición.

En 1957, el Camp Nou abrió sus puertas, marcando el inicio de una nueva era. Poco después, el Camp de Les Corts fue demolido, y su lugar fue ocupado por edificios de viviendas, cambiando para siempre el paisaje del barrio. Con ello, desaparecía el templo que había sido el alma del Barça durante décadas.

Un pasado oculto bajo los Jardines de Magalí

Hoy, el espacio donde un día rugió Les Corts es un entorno residencial y un parque urbano. Los actuales Jardines de Magalí (anteriormente llamados Jardines de las Infantas) ofrecen un lugar de descanso para los vecinos, con zonas ajardinadas, un parque infantil, pistas de petanca y una cancha de baloncesto.

Aunque no quedan restos visibles del viejo estadio, la memoria de Les Corts sigue presente entre los aficionados más veteranos. Bajo estos edificios y jardines, el Barça vivió sus primeras grandes gestas, y miles de culers celebraron títulos que marcaron la historia del club.

En la memoria blaugrana

El Camp de Les Corts ya no existe físicamente, pero su legado perdura. Fue el estadio donde el Barça dio el salto definitivo hacia la grandeza, donde nacieron los primeros héroes azulgranas y donde la afición se forjó como una de las más apasionadas del mundo.

Hoy, quienes pasean por los Jardines de Magalí quizás no imaginan que, bajo sus pies, un día se alzó un estadio lleno de historia y emoción. Pero para los culers, Les Corts sigue siendo un lugar imborrable, el primer gran templo de un club que es "més que un club".