Las obras de la Sagrada Familia encaran su recta final. Ayer se anunció que la construcción de la torre de Jesucristo, la más alta de la basílica, estará lista a finales de 2025. Pero lo que llamó la atención de este nuevo elemento del templo es que el punto más alto de la torre será visitable.

A 172,5 metros de altura, la torre de Jesucristo estará coronada por una cruz de cuatro brazos de 17 metros de altura y 13,5 metros de ancho. El arquitecto director de la Sagrada Familia, Jordi Faulí, dijo que la cruz resplandecerá con el sol de cada día y que por la noche dispondrá de unas elementos de iluminación que permitirán una "luz discreta" en el entorno de la basílica.

Faulí informó de que está podrá ser visitada, pero que todavía se está estudiando cómo y a partir de cuando. Sin embargo, aseguró que el objetivo es que haga de mirador de la ciudad y que tenga un aforo de unas 11 personas.

La torre estará hecha de diferentes materiales y con diferentes técnicas, con cerámica esmaltada y vidrio diseñados y producidos especialmente para la cruz: la cerámica contendrá piezas curvadas y piezas piramidales, y unas ventanas que constarán de tres capas de vidrio curvado y laminado, con texturas y pirámides mecanizadas y pulidas.