El asesinato que conmocionó a Barcelona y cambió la historia judicial de España

Carmen Broto era una mujer alta, rubia, a la que le gustaba lucir joyas ostentosas y con una fuerte personalidad. Nació en Guasco, Huesca, en 1922, y emigró a Barcelona en busca de un futuro mejor. Su porte y belleza le abrieron las puertas de la alta sociedad, y se convirtió rápidamente en un mito erótico conocido en toda la ciudad.

Pronto pasa a ser la querida de Juan Martínez Penas, dueño del Tívoli, aunque la relación no es más que una tapadera, pues él es homosexual. A Carmen la conocen como ‘Cascabelitos’ por su alegre personalidad, y logra una pequeña fortuna con joyas. Además, le gusta frecuentar bares nocturnos de moda en Barcelona, siempre acompañada.

La noche del crimen

El 10 de enero de 1949, con 27 años, Carmen aceptó la invitación de Jesús Navarro Manau, un amigo suyo barcelonés. Junto a Jaime Viñas, amigo de Jesús, recorrieron varios locales nocturnos de la ciudad.

Sin embargo, Jesús Navarro Gurrea, padre de Jesús Navarro Manau y delincuente habitual, ideó un plan para robar las joyas de Carmen y acceder a las riquezas de sus influyentes contactos. La estrategia consistía en emborracharla, obtener información sobre sus conocidos y luego asesinarla. El destino final sería un huerto en la calle Legalitat, propiedad de Navarro padre, donde enterrarían el cuerpo.​

Durante el recorrido nocturno, al pasar frente al Hospital Clínico, Viñas golpeó a Carmen en la cabeza con una maza de madera. La llevaron al huerto y tras confirmar su muerte, la enterraron y robaron sus joyas.​

Rápidamente Jesús Navarro confesó su culpabilidad. Su padre y Viñas, sin embargo, se suicidaron con cianuro antes de ser arrestados. La Audiencia condenó a Jesús a muerte el 1 de mayo de 1950.

Posteriormente la pena fue conmutada por 30 años de prisión, y crecieron las especulaciones respecto al crimen. El mismo Jesús Navarro escribió un libro donde especula con la implicación de figuras poderosas y chantajes. Algunos dicen que Carmen poseía información comprometedora que la llevó a ser asesinada.

El sistema judicial de la época

Este crimen no solo desveló tramas de la alta sociedad barcelonesa, sino que también evidenció las carencias del sistema judicial de la época. La presión social y mediática llevó a una rápida resolución del caso.

El asesinato de Carmen Broto puso de manifiesto la influencia de las clases altas en las investigaciones y decisiones judiciales, y evidenció la falta de transparencia en las investigaciones.

Hoy, más de siete décadas después, la figura de Carmen Broto sigue siendo un enigma y es una inspiración literaria para varios directores cinematográficos o autores literarios.