Los adolescentes sufren seis veces más miopía magna que hace cinco años

La salud visual de nuestros menores preocupa a los profesionales. Y es que, en lo relativo a la miopía entre esta población, en los últimos años se ha evidenciado una desplazamiento de los valores hacia las dioptrías más altas, según se desprende del estudio El estado de a salud visual de los adolescentes en España presentado por la asociación Visión y Vida, la Fundación Mapfre y Correos Express, y eso se ha traducido en un aumento de la incidencia de la miopía magna, término con el que se conoce a la que supera las 6 dioptrías.

Al respecto cabe indicar que el 10% de los miopes con más de 15 dioptrías terminan en ceguera y el 60% de los desprendimientos de retina se producen entre personas miopes mangas.

Así pues, en la actualidad, un tercio de la población entre 12 y 18 años es miope y al 51,9% le ha cambiado la graduación en el último año. Más concretamente, los datos del estudio, elaborado a partir de los resultados obtenidos en la campaña 'Ver la vida en 4K', en el test autorrespondido por 3.688 jóvenes y en el análisis de 763 miopes, indican que desde 2017, la graduación de los adolescentes con miopía ha aumentado un promedio de dos dioptrías para pasar de las 1,50 de hace cinco años a las 3,4 actuales

Mayor graduación

Por franjas de graduación, en la actualidad solo uno de cada cuatro miopes tiene una graduación inferior a las dos dioptrías, mientras que hace 5 años la proporción era de 7 de cada 10. En el tramo de las 2,2 dioptrías a las 4, en 2017 un 22,5% de los miopes tenía esta graduación en el ojo derecho y el 26,9% en el izquierdo, porcentajes que en la actualidad han aumentado hasta el 41,5% y el 39,6% respectivamente. A partir de ahí, la incidencia es menor, pero igualmente se evidencia un incremento de la graduación con el paso de los años.

Así, en 2017, un 5,1% tenía entre 4,25 y 6 dioptrías en el ojo derecho y 6,6% en el ojo izquierdo y en 2022 los porcentajes alcanzaron el 24,5% y el 25,2%, respectivamente, pero lo realmente alarmante son los datos relativos a los miopes con más de 6 dioptrías. Y es que la miopía magna ha pasado de afectar al 1,3% de promedio de los dos ojos a hacerlo al 8,2%.

Además, en el marco de este estudio, se ha realizado un autotest a los jóvenes que revela que más de la mitad (55,4%) considera que no ve bien o, al menos, podría ver mejor y, concretamente, el 37,1% dice ver doble la pizarra, el 25,1% asegura ver mejor si se tapa un ojo, el 34,8% entrecierra los ojos para ver mejor y el 41,3% refiere sequedad ocular. En consecuencia, el autotest pone de evidencia que, al clasificar a estos jóvenes en diferentes grupos de visión en función de sus respuestas, desde el grupo 1 para aquellos con vista de lince al grupo 4 para quienes necesitan una revisión urgente, la mayoría pertenece a los grupos 2 (35,1%) y 3 (34,9%). Además, los resultados revelan que uno de cada diez jóvenes tiene grandes problemas de visión, que a la larga podrían dar lugar a graves consecuencias si no se interviene.

Cataluña, a la cabeza

Especialmente grave es la situación que reflejan los encuestados en algunas comunidades autónomas concretas. Así, si en España el porcentaje de jóvenes que cree ver mal es del 55,4%, en Cataluña éste alcanza el 60,9%, en la Comunidad Valenciana, el 56,1% y en Andalucía, el 55,7%. En cuanto a aquellos que necesitan gafas o lentes de contacto, en el conjunto de la población española el porcentaje es del 36,2%, mientras que Castilla-La Mancha (41,7%), la Comunidad de Madrid (37%,), Aragón (36,9%) y Cataluña (36,2%) superan la media.

Por último, partiendo de que en España el promedio de miopes entre los 12 y los 18 años es del 29,6%, las comunidades de Murcia (29,8%), Cataluña (30%), la Valencia (31,6%), Castilla La Mancha (31,9%) y Andalucía (32,2%) rebasan esa prevalencia.

Abuso de las pantallas

Sobre los motivos que explicarían ese importante incremento de la miopía y de su graduación entre los jóvenes, la óptico-optometrista Elisenda Ibáñez, coordinadora de la Asociación Visión y Vida, indicó durante la presentación de este informe que "hemos cambiado nuestro estilo de vida y ahora hacemos muchas más cosas en interior que en exterior y eso ha hecho que usemos más la visión próxima que la lejana, como se hacía antes". Al respecto, explicó que "nuestro sistema visual no está preparado para el esfuerzo que le requerimos hoy en día. Antes, este sistema visual se usaba de lejos y, desde entonces, el ojo no ha evolucionado y ahora le estamos pidiendo que esté más de 10 horas en visión de cerca, abusando así de la actividad visual próxima. Se trata de una adaptación a un medio que visualmente hablando le es hostil".

Y en este cambio de estilo de vida que ha provocado un aumento de la incidencia de la miopía y un incremento de las graduaciones más altas juegan un papel muy importante las pantallas. Sobre este punto, Ibáñez destacó que "es muy importante que hagamos un uso razonable de las mismas", lo cual implica, entre otras cosas, no permitir que los niños menores de siete años se acerquen a las mismas, y al respecto recordó que "existen medidas para evitar el incremento de las dioptrías y no llegar a la miopía magna". "La miopía se establece en la infancia y crece con la edad, de manera que es importante incidir en ese crecimiento con algunas cosas que pueden ayudar frenarlo".