Medio rural

El pueblo en plena Milla de Oro del vino que busca familia numerosa para salvar su escuela

El ayuntamiento ofrece una vivienda en este municipio a menos de dos horas de Madrid por 150 euros al mes con la que pretende también rejuvenecer la población y contribuir a que se mantenga el consultorio médico

Alejandro, Marcos y Asiela, los tres alumnos del colegio de Valbuena, atienden en clase a Sara, la maestra
Alejandro, Marcos y Asiela, los tres alumnos del colegio de Valbuena, atienden en clase a Sara, la maestraR. OrtegaLa Razón

La despoblación es el principal problema del medio rural en España, y repoblarlo, el gran desafío. Y es que mientras muchas ciudades y capitales de provincia crecen, los pueblos se quedan sin habitantes, ya sea por falta de infraestructuras, de empleo, de una atención sanitaria de calidad o de un colegio en el que puedan estudiar los más pequeños de cada casa. Una triste realidad que pone en riesgo el futuro en muchos entornos rurales pese a los esfuerzos de alcaldes y vecinos que no se resignan a tirar la toalla y que ven en la mal llamada España vaciada una oportunidad y no un problema.

Es el caso José Augusto Rodríguez, alcalde de la pequeña localidad vallisoletana de Valbuena de Duero, de apenas medio millar de habitantes y situada en plena Milla de Oro del Vino de la Ribera de Duero, que es de los que ve siempre el vaso medio lleno en lugar de medio vacío y defiende las grandes posibilidades de crecimiento que tiene su municipio. «Nos encontramos en un entorno privilegiado, rodeado de viñedos y naturaleza, situado a apenas quince minutos en coche de Peñafiel, que es el municipio cabecero de comarca, a media hora de Valladolid y a menos de dos horas de Madrid», destaca a LA RAZÓN, a la vez que reivindica las bondades de su pueblo para desarrollar allí un proyecto de vida y bienestar.

El municipio cuenta, entre otras cosas, con una de las depuradoras más modernas de Europa, una tienda de comestibles que cubre las necesidades de los vecinos, pronto tendrá un servicio de taxi y, sobre todo, disponen de fibra óptica, «vital» en los tiempos que corren para favorecer el asentamiento de empresas y que cualquier emprendedor pueda cumplir su sueño. Un pueblo, además, que pronto estará conectado a la autovía del Duero (A-11) y que tiene a al enoturismo y la viticultura (Vega Sicilia, Matarromera, Valdebodega o Pagos de Mogar son algunas de las bodegas de renombre allí asentadas) como motores económicos y nichos de empleo.

El alcalde de Valbuena de Dueor, José Augusto Rodríguez, junto a la vivienda que ofertan
El alcalde de Valbuena de Dueor, José Augusto Rodríguez, junto a la vivienda que ofertanR. OrtegaLa Razón

Y pese a ello, hacen falta niños para «salvar» la escuela. Por ello, el Ayuntamiento de Valbuena de Duero ha lanzado un concurso para seleccionar una familia con el mayor número de menores a su cargo para que ocupen una vivienda de propiedad municipal, y conseguir así que el Colegio Rural Agrupado «Ribera de Duero», actualmente con tres alumnos matriculados (Marcos, Alejandro y Asiela, de 9, 8 y 8 años respectivamente) siga abierto.

Un aula que llegó a contar con cuatro alumnos hace no mucho gracias a una familia de temporeros del campo con un menor a su cargo que ya se marcharon; que forma parte del CRA de la vecina localidad de Quintanilla de Onésimo junto a otros ocho pueblos más de la zona para un total de 240 alumnos; y que necesita que algún menor se matricule antes de que los tres que están ahora den el salto al Instituto, para evitar que el colegio tenga que cerrar y quien sabe si para siempre, algo que suele ser lo más habitual.

Que haya solo tres alumnos en un colegio rural es una de las peculiaridades del exitoso sistema educativo de Castilla y León, como así lo revelan los prestigiosos informes PISA y TIMSS, que ponen a la educación de esta Comunidad entre las mejores del mundo. «Es un modelo fantástico», señala Ana S. Martín, agente de empleo y de desarrollo local del municipio, quien explica que pese a la aparente soledad de tener tan solo tres escolares, esta no es tal ya que tienen actividades en común con el resto de centros de la zona y aprovechan las nuevas tecnologías para realizar conexiones y llevar a cabo proyectos y juegos on line. Además, asegura que tienen la «suerte» de poder contar, aparte de Sara, la tutora y profesora principal, con otros docentes especialistas itinerantes que tienen ganas e ilusión por lo que hacen.

Sara ya ha dado clase en otros centros rurales con pocos estudiantes pero nunca con solo tres, y señala a este periódico que está «encantada» con la experiencia. «Atendemos a la diversidad existente y les damos una educación más personalizada», apunta esta joven maestra, que a pesar de las dificultades que encuentran para realizar actividades más de grupo como Educación Física o Música, dice que se adaptan a las circunstancias «sin problema», como por ejemplo jugando un dos contra uno al fútbol. Los alumnos, Alejandro, Asiela y Marcos, por su parte, son felices y se llevan muy bien en clase. Al primero le encantan las Matemáticas. La segunda es más de Lengua, mientras que al último y el mayor de los tres, que tiene una enseñanza algo más completa que sus compañeros al estar un curso por encima, en 4º de Primaria, le gustan todas las asignaturas.

La agente de empleo y desarrollo local de Valbuena de Duero, Ana S. Martín, en el patio de la vivienda
La agente de empleo y desarrollo local de Valbuena de Duero, Ana S. Martín, en el patio de la viviendaR. OrtegaLa Razón

Un buen hogar

La vivienda que se oferta ya ha estado ocupada antes durante varios años por otra familia, que tuvieron que dejar cuando los dos menores acabaron Primaria y pasaron a estudiar al Instituto de Enseñanza Secundaria «Conde Lucanor» de la vecina localidad de Peñafiel.

Esta es una de las condiciones del contrato, cuya duración se extenderá mientras la familia tenga menores matriculados en la escuela. Se la conoce como la «Casa del Médico» y cuenta con dos plantas y 188 metros cuadrados de superficie total distribuidos en cuatro habitaciones, baño, salón, cocina, un patio con barbacoa, desván y cochera. Un edificio que fue rehabilitado dentro del Proyecto Rehabitare del Gobierno regional, que dispone de calefacción de gasoil, y por el que la familia beneficiaria pagará de alquiler 150 euros al mes y 1.800 al año.

Los interesados tienen de plazo hasta el 16 de mayo para realizar la gestión en el Ayuntamiento, pero ya han recibido más de una docena de llamadas. Una de ellas desde Argentina, y otra muy interesante de una familia con siete hijos de los cuales cuatro están en edad escolar y, además, la madre está embarazada. Entre los requisitos que se piden, que al menos un miembro de la familia esté trabajando y a menos de 70 kilómetros del municipio, o que estén al corriente pagos de la Agencia Tributaria y Seguridad Social. También hay aspectos que se valoran más, como por ejemplo si el menor tiene entre 2 y 3 años a la familia le dan cinco puntos, y si tiene diez años, siete puntos.

El alcalde de Valbuena está convencido de que el colegio no cerrará y que la población se rejuvenecerá. También de que atraerán nuevos residentes que dinamizarán la economía local y que contribuirán a mantener otros servicios como el consultorio médico.

Y avanza que disponen de otra casa en la pedanía de San Bernardo que van a rehabilitar para que pueda ser habitada por otra familia numerosa que se empadrone y escolarice a sus hijos.

Exterior del CRA Ribera de Duero de Valbuena
Exterior del CRA Ribera de Duero de ValbuenaR. OrtegaLa Razón

Valorizar el medio rural

La despoblación es ya un asunto que se encuentra en la agenda del Gobierno porque ya es un problema acuciante en muchas zonas del país, como por ejemplo en Castilla y León y en las provincias de Soria y Zamora. Los expertos dicen que a los pueblos hay que dotarles de servicios, pero también contar con ellos para su desarrollo además de valorizar el medio rural y hacer ver sus oportunidades y lo que aporta al mundo urbano. También ven necesaria una discriminación positiva en lo fiscal, una política migratoria seria y ordenada, promover el asociacionismo y que toda la sociedad vaya de la mano y diga «sí» al medio rural y su futuro.