Son cada vez más las mujeres que se «atreven» a vivir la aventura más extrema y a apuntarse en una de las carreras más duras y complicadas que se celebran cada año en todo el planeta, el Dakar. Si la burgalesa Cristina Gutiérrez se ha convertido en una participante fija en la categoría de coches, la zamorana Sara García, afronta su tercera participación en la prueba más extrema tanto para los pilotos como para sus motos, la denominada «Original by Motul», ya que no está permitido asistencia alguna durante la prueba.

Sara debutaba hace dos años en el Dakar junto a su pareja, Javier Vega, pero una avería en la moto la obligaba a abandonar la competición. Sería en la edición de este aún 2020 cuando lograba cruzar la meta, siendo la primera mujer europea en finalizarla.

Un año complicado, marcado por la pandemia que ha anulado numerosas competiciones previas a la gran carrera, por lo que la preparación ha sido más bien escasa es por ello, que la piloto zamorana ha centrado sus esfuerzos «en poner el cuerpo al 100 por cien» tras vivir una intervención donde la extrajeron las placas de las clavículas en enero de este año. «Hemos hecho una muy buena pretemporada la cual hemos podido cerrar con muchas horas de moto», indica.

Una categoría muy especial, ya que representa la esencia del Dakar, como es la lucha entre realizar el mantenimiento de la moto y el descanso para la siguiente etapa. «El principal desafío es ése, principalmente. La falta de descanso. Cuando acaba la etapa tienes que preocuparte por la mecánica de la moto, montar la tienda de campaña, hinchar el colchón, comer, por lo que el tiempo de descanso y la fatiga mental es muy diferente a los competidores que están fuera de la categoría», manifiesta la piloto zamorana.

Otros cuatro pilotos españoles acompañarán a Sara en este nuevo desafío, entre ellos Javi Vega, Rachid Al-Lal, Eladio Carbonell y Juan Campderá.

Motul da soporte a esta categría a través de su productos y todo el soporte logístico para que el campamento esté disponible etapa tras etapa y también pondrá a disposición el Motual Racing Lab. Para García el apoyo es «básico, ya que nos ahorramos tener que llevar todo tipo de material como aceite, grasa de cadena, grasa de filtro, que llanaría nuestro baúl de 80 litros», señala Sara García.

Y es que la carrera sigue adelante con las dificultades derivadas de la pandemia, la última, la conocida esta misma semana con el cierre de fronteras en Arabia Saudí, a lo largo de una semana que coincide cuando los pilotos y los organizadores deben llevar al país árabe. Hay que recordar que la prueba arranca el próximo 3 de enero en Jeddah.

Todos los participantes tienen establecidos protocolos para participar, como someterse a un test PCR, que debe dar negativo. Una aventura, que cada año que pasa, tiene más dificultades.