De ‘atascaburras’ a morteruelo: estos son los platos propios de Castilla-La Mancha que quizá desconoces

Si por algo es famosa Castilla-La Mancha es por su gastronomía, que cuenta  con platos elaborados con productos cárnicos y otros alimentos cosechados en la tierra manchega. 

Es por ello por lo que todo castellano-manchego debe saber cuáles son estas comidas tradicionales, que son elaboradas con un único objetivo: hacer disfrutar a todos los comensales, paisanos o visitantes, de platos únicos y exclusivos de la comarca.

Entre ellas, destacan algunas que sobrepasan las fronteras como pueden ser las migas ruletas o el pisto manchego. Sin embargo, hay otras que no son tan conocidas, ni siquiera por los propios castellano-manchegos. Es el caso de las atascaburras o el morteruelo, además de muchas otras. 

A continuación, te mostramos al detalle algunos de estos platos y los ingredientes para su elaboración, que podrás llevar a cabo en casa sin necesidad de acudir a un bar o restaurante. 

Las almortas, también conocidas como gachas manchegas, es una de las recetas más tradicionales y arraigadas de Castilla-La Mancha. Para su elaboración, ligada a la tradicional matanza, se combina harina de almorta, panceta, ajos, pimentón, aceite y sal.  Su curioso nombre está relacionado al intenso sabor que ofrece, con un ligero toque de la almorta, una planta que se cultiva, principalmente, en Castilla-La Mancha. 

 El morteruelo, también conocido como ajo mataero, es una comida típica, principalmente, en la zona de Cuenca, Albacete y Guadalajara. Se trata de un guiso típico manchego y entre sus ingredientes principales se encuentran el hígado de cerdo y la carne de caza. A estos alimentos, que se deben machacar con la ayuda de un mortero, se les puede añadir un poquito de agua y miga de pan hasta conseguir el resultado final: una especie de paté. 

El atascaburras es un plato campesino que se preparada durante la temporada de invierno, principalmente, en la sierra de Albacete, la Serranía de Cuenca y en algunos pueblos de Toledo. Lo cierto es que, pese a ser una comida popular en estas zonas de la región, se desconoce en algunos puntos de Castilla-La Mancha. Su elaboración es sencilla, tan solo necesita bacalao en salazón, patatas, ajo y aceite de oliva, que deberán mezclase hasta conseguir una especie de puré. El origen de su nombre surgió de unos pastores, quienes lo llamaron así porque decían que esta receta "hartaba hasta a las burras". 

Las migas manchegas o migas ruleras son un plato referente en la cocina castellano-manchega. La receta de esta comida se define como "muy humilde", ya que no cuenta con una gran cantidad de ingredientes. La base son migas de pan seco, que van acompañadas de chorizo y panceta. Todo ello convierten estas comida en una de las más tradicionales de la región, que llena el estómago y reconforta a todo el que la degusta.

 El queso manchego es uno de los alimentos más cotizados de la tierra. Su principal ingrediente es la leche de oveja manchega. Aunque es muy típico en toda Castilla-La Mancha, se encuentran grandes productos de este tipo en Albacete, que se podrán degustar solos, acompañados de pan o de una pizca de aceite o maridados con un buen vino tinto.

La receta del pisto manchego esta compuesta por verduras como el pimiento rojo, verde, el calabacín o la berenjena, aunque se puede preparar con diversos productos de la cosecha. Además de estos ingredientes, es común que lleve salsa de tomate, así como verduras troceadas fritas o hervidas. Esta comida suele acompañar a otros alimentos como las hortalizas, un huevo frito o jamón serrano.

También conocido como "galiano". Se trata de un guiso con mucho arraigo a la comunidad castellano-manchega. El ingrediente principal del plato es una torta cenceña, un pan sin levadura que aúna la cultura árabe, cristiana y judía. Perdiz, conejo, liebre o pollo son otros de los ingredientes que se añaden a este guiso de consistencia caldosa, además de setas, que también se pueden incluir si los comensales lo desean. 

La carne con tomate, también conocida como "carcamusas", es uno de esos platos típicos del que no te puedes olvidar si eres castellano-manchego. Una de las teorías sobre el origen de esta tapa, más conocida en Toledo, hace referencia al Bar Ludeña de la capital regional donde -según dicen- se juntaban señores mayores (“carcas”) con chicas jóvenes (“musas”) para disfrutar de este plato. Su elaboración es sencilla, ya que solo deberás disponer de magro de cerdo, chorizo, jamón, cebolla, un poco de guindilla, dientes de ajo, tomate frito, guisantes, vino blanco y sal.

El moje manchego se caracteriza por ser una ensalada típica, compuesta por ingredientes como el tomate, atún, huevo duro y aceitunas -normalmente negras- y, en ocasiones, también puede llevar cebolla o cebolletas. Con un sencillo aliño de aceite, vinagre y sal se consigue un sabor muy fresco, un favorable punto de acidez y un regusto refrescante, por lo que es ideal optar por esta comida como cena ligera o primer plato.