Alerta biosanitaria en Castilla-La Mancha: Investigan un centro de animales muertos por sus pésimas condiciones e irregularidades
Un mercantil denunció a las autoridades que en esta planta habían varios remolques retenidos y cargados durante muchos días con cadáveres
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Un centro de gestión de residuos de animales muertos ubicado en Puertollano (Ciudad Real) ha activado las alarmas del Seprona de la Guardia Civil debido a sus graves irregularidades biosanitarias y medioambientales.
Esta planta se encarga de recoger y tratar residuos que contengan cuerpos o partes de animales sospechosos de estar infectados por enfermedades que suponen un riesgo para los ganaderos, así como animales ya muertos por enfermedades o productos de animales que contengan sustancias prohibidas o contaminantes, según señala la Benemérita.
En este sentido, la Guardia Civil está investigando a cuatro personas por promover la parada de la actividad de este centro que gestionaba los residuos animales Sandach Categoría 1 de toda Castilla-La Mancha. Se les atribuye como presuntos autores de delitos de riesgo catastrófico, contra los recursos naturales y el medio ambiente, contra los derechos de los trabajadores, y por falsedad documental.
Varios vecinos de Puertollano denunciaron a las autoridades los malos e intensos olores provenientes de esta planta y desde entonces, agosto del 2023, comenzaron las investigaciones pertinentes.
En un primer momento, los malos olores provenían del incendio de una de las máquinas enfriadoras de harinas que obligó a los gerentes a realizar este proceso de forma casi manual.
Más tarde, en marzo del 2024, el representante de una mercantil dedicada al transporte de este tipo de residuos denunció unos impagos por los servicios prestados y advirtió a las autoridades que en este centro habían varios remolques retenidos y cargados durante muchos días con cadáveres y que además se realizaba un almacenamiento irregular de grasas de origen animal.
Un equipo del Seprona comprobó y confirmó de primera mano dichas informaciones y así mismo descubrieron que este centro estaba vertiendo lixiviados sin depurar en un arroyo cercano llamado Bermeja, correspondiente a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Cuando la Autoridad Regional competente paralizó la actividad de esta planta, los dirigentes de la misma hicieron caso omiso durante varias semanas. Cabe señalar que este centro se encarga de recoger y gestionar este tipo de residuos de animales de toda la comunidad castellanomanchega.
Miles de toneladas de material denominado "desecho", mezclas de grasas y harinas cárnicas, se hallaban almacenadas irregularmente en diversas naves fuera del recinto de la industria.
Los detenidos han sido puestos a disposición de los Juzgados de Instrucción de Puertollano y el centro está actualmente en manos de la Dirección General de Ordenación Agropecuaria.