“Félix”, la nueva serie original de Movistar+, disponible al completo en la plataforma desde el 6 de abril.

Cada vez que se vuelve a ver a Leonardo Sbaraglia en una ficción es como si fuese la primera vez porque siempre sorprende. Seguramente es porque el actor argentino afronta cada uno de sus papeles como si fuese su debut, con el mismo entusiasmo y entrega. Sbaraglia no es de esos intérpretes resabiados que lo dan todo por hecho. Al revés, no se guarda nada. Cada proyecto lo afronta con la mirada limpia, que no es otra que la mirada de la inocencia.

Eso ocurre también en “Félix”, la nueva serie original de Movistar+, disponible al completo en la plataforma desde el 6 de abril. En ella hace un despliegue interpretativo: rezuma perplejidad, como el personaje le exige, desconcierto e inocencia, en una de las actuaciones más sutiles que ha realizado en su larga trayectoria. A veces da ganas de abrazarlo; otras, de pegarle un cachete como el niño que parece que es, aunque Félix tiene mucha más trastienda.

El argentino llamó rápidamente la atención de los cineastas españoles gracias a sus trabajos con el director Marcelo Piñeyro, que le ha dado algunos de sus mejores papeles como el “Nene” en la película “Plata quemada” (2000). Con él trabajó anteriormente en “Tango feroz, la leyenda de Tanguito”, la excelente “Caballos salvajes” y “Cenizas del paraíso”. Gracias a “Intacto” logró el Goya al Mejor Actor Revelación.

En la ópera prima de Juan Carlos Fresnadillo, interpretaba a Tomás, el único superviviente de un accidente aéreo. Rápidamente empezaron a lloverle papeles con los mejores directores de nuestro país como Gerardo Vera (“Deseo”), Vicente Aranda (“Carmen”) y Manuel Huerga (“Salvador”). Por esta última película logró su segunda candidatura a los premios Goya como Mejor Actor de Reparto. Posteriormente, coincidió con Fernando Fernán Gómez en la infravalorada “En la ciudad sin límites” donde transmitía una sensibilidad exquisita.

Su carrerale hace atravesar el océano Atlántico en múltiples ocasiones, aunque es muy exigente a la hora de elegir sus trabajos. En 2012 incluso le reclamó Hollywood, concretamente un director tan singular como Rodrigo Cortés para intervenir en “Red Lights”, en la que compartió planos con Robert De Niro, Sigourney Weaver, Elizabeth Olsen y Toby Jones.

Ese mismo año conoció a uno de los directores más determinantes de su carrera, Cesc Gay, responsable de “Félix” que ha vuelto a confiar en él para un personaje complejísimo en este “thriller”romántico. Inició su colaboración con Gay en “Una pistola en cada mano” en la que se analizaba lo vulnerable que pueden ser los hombres y en la que se cuestionaba el concepto de la masculinidad. En la cinta encarna a J que, a pesar de tenerlo todo, está sumido en una fuerte depresión.

El personaje tenía muchísimas aristas y en él mostraba principalmente su fragilidad e inseguridades. Rozó el Oscar con los dedos en 2014, ya que una de sus películas, “Relatos Salvajes” estuvo nominada como Mejor Película en Habla no Inglesa en la que defendía el pabellón argentino. Sin prisa pero sin pausa, Sbaraglia se ha convertido en uno de los actores latinos más importantes de su generación por su amplitud de registros interpretativos.

“Félix” disponible al completo bajo demanda en Movistar+