
Naturaleza
Los misterios submarinos de Baleares: barcos hundidos y puntos de buceo únicos
Las aguas mediterráneas del archipiélago esconden varios pecios a varios metros de profundidad con años de historia a sus espaldas

Las islas Baleares no solo esconden tesoros en sus calas y paisajes, sino también bajo el agua. Sus profundidades marinas guardan historias de naufragios, cuevas sumergidas y restos arqueológicos que atraen a buceadores y curiosos de todo el mundo.
Uno de los pecios más emblemáticos es el del Francesca, un carguero italiano hundido en 1952 cerca de Palma de Mallorca. Sus restos, situados a unos 40 metros de profundidad, se han convertido en un hábitat para la vida marina y en un destino ideal para buceadores experimentados. En la misma isla, el SS James Eagan Layne, un buque estadounidense hundido durante la Segunda Guerra Mundial, ofrece una experiencia única para quienes buscan historia bajo el agua.
Un carguero francés hundido en Menorca
En Menorca, el pecio del Malakoff, un carguero francés que se hundió en 1929, es uno de los puntos de inmersión más espectaculares. Ubicado a 40 metros de profundidad, aún conserva parte de su estructura y es el hogar de bancos de peces y coral. Pero Menorca no solo destaca por sus naufragios; la isla también esconde impresionantes cuevas submarinas, como la Cueva de la Luz, cuyo juego de luces naturales crea un espectáculo visual inigualable.
Por su parte, en Ibiza, el pecio del Don Pedro es uno de los más grandes del Mediterráneo. Este ferry de 140 metros de eslora se hundió en 2007 y hoy es un santuario marino lleno de vida. Para quienes prefieren un buceo más tranquilo, la isla también ofrece lugares como la Cueva de la Catedral, con sus aguas cristalinas y formaciones rocosas impresionantes.
Posidonia i antiguos naufragios fenicios y romanos
Formentera no se queda atrás. Sus aguas albergan restos de antiguos naufragios fenicios y romanos, prueba de la importancia histórica del archipiélago en las rutas comerciales del Mediterráneo. Además, la isla es famosa por sus praderas de posidonia, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que contribuyen a la transparencia y biodiversidad del mar balear.
Estos misterios submarinos no solo son un atractivo para el turismo de buceo, sino también una ventana al pasado. Cada naufragio y cueva cuenta una historia, haciendo del fondo marino de Baleares un verdadero museo sumergido. Por lo que, para los amantes del mar y la aventura, explorar estas aguas es sumergirse en un mundo lleno de secretos por descubrir.
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