El derbi de Champions

Economía
Europa busca rearmarse en respuesta a los últimos movimientos de la política internacional. La Unión Europea pretende invertir 800.000 millones de euros en los próximos cuatro años para garantizar la seguridad del continente ante la amenaza que supone Rusia y la nueva posición geopolítica adoptada por la Administración Trump en Estados Unidos. La decisión, con muchas implicaciones políticas, tiene también una consecuencia económica directa: las empresas del sector –con una amplia cartera de pedidos– deberán hacer frente a nuevos encargos.
Andalucía es una comunidad bien posicionada. Según datos de la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE), la industria de Defensa y Seguridad alcanzó un impacto total en el Producto Interior Bruto de España de 10.609 millones de euros en 2023, con Madrid, Andalucía, Cataluña, País Vasco, Galicia, Murcia y Asturias, obteniendo el 84% de la contribución total. En el caso de la comunidad autónoma, la contribución total al PIB regional fue de 1.675 millones de euros, cantidad que equivale al 13,68% del PIB industrial.
Tal y como señalan desde TEDAE, estos cuatro sectores industriales están muy relacionados y comparten subsectores, como es el caso, por ejemplo, de la aeronáutica de defensa o el desarrollo de satélites, lanzadores, segmento terreno y operadores de satélites con fines militares, iniciativas vinculadas tanto el espacio como a la defensa propiamente dicha.
En este sentido, si se suma la aportación al PIB de estos cuatro sectores, Andalucía mejora su posición con respecto al resto de comunidades autónomas. Así, un informe de TEDAE señala que estas industrias en su conjunto han contribuido al PIB de España con 19.688 millones, principalmente en regiones como Madrid, Andalucía, País Vasco, Cataluña y Castilla-La Mancha que recibieron el 79% de la contribución total. En el caso concreto andaluz, ocupa la segunda posición 2.566 millones de euros, muy lejos de la Comunidad de Madrid –que lidera esta clasificación con 8.263 millones de euros–, pero a distancia del País Vasco (2.192 millones) y Cataluña (1.609 millones).
Hay otra peculiaridad relacionada con este tipo de sectores industriales: la intensidad en innovación, que llega a ser 8 veces mayor al conjunto de la industria española y 9 veces más que la media nacional.
El informe señala igualmente los beneficios del efecto arrastre. Así, los sectores económicos españoles beneficiados por las compras e inversiones de las Industrias TEDAE, utilizan parte de los ingresos recibidos para realizar su propia inversión en investigación, desarrollo e innovación.
En Andalucía, desde la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación se impulsa la creación de un servicio de apoyo a la innovación y a nuevas iniciativas empresariales en materia de defensa con el fin de aprovechar las oportunidades de crecimiento del tejido productivo de este sector durante los próximos años.
Los últimos datos de la Consejería apuntaban que en el ámbito del conocimiento existen un total de 126 grupos de investigación en las universidades que ya trabajan en este ámbito y que desarrollan líneas de trabajo en el campo de las TIC, en el de las Tecnologías de Producción y en el de la Física, Química y Matemáticas, con avances que suponen innovaciones para los sectores terrestre, aéreo, naval y espacial. Destacan especialmente las universidades de Sevilla y Córdoba como las que han identificado un mayor número de grupos de investigación con una actividad, en mayor o menor medida, con el sector de la defensa y la seguridad, con 33 y 32 respectivamente.
En la actualidad, Andalucía dispone de centros experimentales, empresas, universidades y agentes del Sistema del Conocimiento en este sector. Es el caso del Centro de Vuelos Experimentales de Vehículos No Tripulados de Villacarrillo (Jaén); los Centro de Experimentación de Vehículos Aeroespaciales y de Investigaciones Atmosféricas en El Arenosillo (Huelva); el de desarrollo del Airbus A400 en Sevilla; y el de vuelo para la certificación de aeronaves, en Granada. A estos hay que sumar el Centro de Ensayos Torregorda, en Cádiz; y el Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación, anunciado por el Gobierno en Jaén.
Todo apunta que la iniciativa de la Unión Europea situará a la Defensa y la Seguridad como un sector estratégico para los próximos años y, junto a otros vectores como la transición energética, se convertirán en claves para la economía regional.
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