Medioambiente
SAF, el «trending topic» de la aviación sostenible
Los expertos coinciden en que los nuevos combustibles suponen una oportunidad para acabar con la dependencia energética en España
La aviación, como la mayoría de transportes, ha sido históricamente un sector dependiente de los combustibles fósiles, pero la búsqueda de soluciones sostenibles se ha intensificado en las últimas décadas, especialmente con el desarrollo de combustibles sostenibles para la aviación, conocido como SAF, por sus siglas en inglés. En esta línea, la mesa redonda organizada por La Razón bajo el título «La realidad de los biocombustibles: de la ficción a la aviación comercial», reunió el pasado jueves, 10 de octubre, en el Hotel Abba Sevilla a Javier Arnaldo, responsable Nacional de Sostenibilidad y Medioambiente en Airbus España; Marta Cencillo Manteca, responsable del área de Desarrollo de negocio en Aviación Sostenible en Cepsa; Nieves Valenzuela, directora general de Fomento de la Innovación en la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía; y Ana María Jáuregui Ramírez, decana del Colegio Oficial de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de Sevilla, Cogitise, para debatir sobre los avances, retos y oportunidades que representan estos nuevos combustibles.
Arnaldo, que catalogó al SAF como «el trending topic de la aviación» abrió el debate subrayando la importancia de conectar «la aviación actual con la del mañana» a través de tecnologías disruptivas. Según Arnaldo, el SAF, un combustible que se puede producir a partir de residuos como biomasa o sólidos urbanos, ofrece a España «una oportunidad de romper la dependencia energética» al producir combustible en el entorno local, en lugar de tener que importarlo de otras regiones como Arabia Saudí, Rusia o Irak. Por su parte, Cencillo añadió que España tiene una «oportunidad histórica» de posicionarse como líder en la producción de biocombustibles para aviación. «En Cepsa tenemos una vocación clara de liderazgo en la fabricación de moléculas sostenibles, SAF (de origen biológico y sintético), Hidrógeno Verde y sus derivados», señaló, para explicar después que Cepsa ya ha iniciado la construcción del mayor complejo de biocombustibles de segunda generación en Andalucía, con capacidad para producir hasta 500.000 toneladas anuales de SAF y biodiésel.
El SAF ofrece una oportunidad única para romper con la dependencia energética de terceros países
En cuanto a las ventajas competitivas de España en esta área, Cencillo argumentó que «nuestro país tiene una posición privilegiada respecto a las energías renovables y las materias primas necesarias adecuadas para producir SAF». No obstante, insistió en la importancia de la coordinación de todos los agentes de la cadena de valor del SAF, que incluye desde su producción hasta la distribución, pasando por los aeropuertos y las aerolíneas. Asimismo, la responsable de Cepsa insistió en que la colaboración público-privada es fundamental para llevar a cabo este proyecto de país y mencionó un informe elaborado por PwC, Cepsa y otros agentes implicados que recoge 16 medidas concretas para fomentar el desarrollo de esta industria en España. El estudio «Cómo hacer de España el líder europeo de SAF» proporciona una hoja de ruta clara para que el país aproveche esta oportunidad y alcance una mayor independencia energética. Entre las medidas destacadas se incluyen incentivos fiscales para las empresas que inviertan en tecnologías de descarbonización, así como programas de apoyo a la gestión de biomasa para la producción de biocombustibles. El informe también proyecta que, si se adoptan estas medidas, España podría reducir un 80% las emisiones de CO2, crear hasta 270.000 nuevos empleos en el sector de los biocombustibles y generar un impacto económico de 56.000 millones de euros en el PIB hasta 2050.
Cencillo también señaló que otros países, como Estados Unidos y Reino Unido, han adoptado estrategias proactivas para fomentar la producción de SAF. «En Estados Unidos, por ejemplo, el IRA (Inflation Reduction Act) ha incentivado directamente al productor de SAF, lo que ha hecho que el combustible producido allí se esté incluso exportando a Europa», mencionó. En Reino Unido han implementado el Net Zero Council, una estrategia de país para fomentar la producción y el consumo de SAF de manera transversal, implicando tanto a la administración pública como a la industria. Según la experta, España tiene el «potencial para replicar estas estrategias» y convertirse en un referente en la producción de combustibles sostenibles, aunque advirtió de que es necesario «actuar con rapidez» para coordinar esfuerzos y aprovechar esta oportunidad. Asimismo, hizo hincapié en que para que esto sea una realidad «se necesita coordinar toda la cadena de valor del SAF junto a las administraciones públicas, la industria y las instituciones académicas, entre otros», lo que requiere un marco regulatorio que apoye a largo plazo la transición hacia una aviación sostenible. Al respecto, Jáuregui advirtió de que "no podemos ver pasar a otros países cuando nosotros tenemos conocimiento, espacio territorial, energías y una formación excelente".
España podría reducir un 80% las emisiones de CO2 y crear hasta 270.000 nuevos empleos hasta 2050 en el sector de biocombustibles
Arnaldo también incidió en que tiene que haber una mayor coordinación entre los diferentes niveles de gobierno. «La percepción que tenemos es que la relación con las administraciones ha evolucionado mucho y que las sensibilidades se están acercando, pero aún necesitamos una mayor inversión y un marco regulatorio estable», señaló. Por otro lado, uno de los obstáculos más importantes que debe superar España para avanzar en la producción y uso del SAF es el sobrecoste que estos combustibles presentan en comparación con el queroseno tradicional. Según el responsable de Airbus, el precio del SAF puede ser «entre tres y cinco veces más caro» que el del queroseno, lo que supone una carga adicional para las aerolíneas, cuyo gasto en combustible representa alrededor del 30% de sus costes operativos. «Las aerolíneas no pueden asumir este sobrecoste sin trasladarlo a los consumidores, lo cual no es una opción viable si queremos mantener la competitividad», afirmó Arnaldo.
Por su parte, Valenzuela resaltó el papel de las políticas de innovación como catalizadoras de la transición energética en el sector aeronáutico. Explicó que desde Andalucía se ha desarrollado una estrategia de especialización inteligente que busca impulsar la sostenibilidad en diversas áreas, incluida la aviación. «Hemos impulsado una estrategia vinculada a la descarbonización y la sostenibilidad, que es clave para aprovechar los fondos europeos y desarrollar proyectos innovadores», aseguró Valenzuela.
El precio del SAF puede ser entre tres y cinco veces más caro que el del queroseno
En el ecuador del evento, Arnaldo se mostró optimista respecto al futuro del SAF, pero insistió en la importancia de seguir invirtiendo en innovación tecnológica y en el desarrollo de infraestructuras adecuadas. «Vamos tarde, pero estamos avanzando», señaló. Al hilo, recalcó que uno de los aspectos más relevantes es que las autoridades se han dado cuenta de que el SAF supone una oportunidad económica para industrializar y desarrollar zonas rurales del país en las que se pueda utilizar la biomasa disponible en estas regiones. «Técnicamente tenemos que seguir invirtiendo como país y generar un campo de juego equitativo para que España sea competitiva a nivel internacional», concluyó.
Desde la perspectiva de Cepsa, Cencillo incidió en que el marco regulatorio para la transición energética y la descarbonización de la aviación ya está en marcha, con un «horizonte claro» hacia 2050. Sin embargo, advirtió de «sin la culminación del marco regulatorio para reducir los riesgos y aumentar la confianza de todos los involucrados en la reducción de emisiones netas por uso del SAF».
Valenzuela aseguró que las administraciones locales, como la Junta de Andalucía, ya están impulsando estrategias vinculadas a la descarbonización, aunque reconoció que es necesario un "esfuerzo nacional coordinado" para garantizar que estas iniciativas se traduzcan en resultados. Por último, Jáuregui subrayó la necesidad de formar más ingenieros cualificados que puedan liderar esta transformación energética y opinó que «no podemos pretender conseguir biocombustibles sin asumir un coste adicional».
En conclusión, como señaló Arnaldo, «el éxito del SAF en España no solo dependerá de la tecnología, sino de la voluntad política y la inversión en infraestructuras que faciliten su adopción». Por su parte, Cencillo concluyó el evento insistiendo en que «España no puede permitirse llegar tarde a esta revolución energética» y que con las medidas adecuadas, España podría reducir su dependencia energética y convertirse en un referente de sostenibilidad y descarbonización en la aviación.