Lenguaje
Ni catalán ni gallego: esta es la lengua que se hablaba antiguamente en el sur de España y no es andaluz
En España existió una lengua propia, el mozárabe, que dejó una gran huella en nuestro castellano actual
En la rica diversidad lingüística de España, el catalán, el gallego y el euskera son lenguas reconocidas por su historia y singularidad. Pero pocos saben que el sur de España también tuvo su propia lengua, distinta del andaluz. En un vídeo informativo, el usuario de TikTok @paneque_2 nos habla sobre el mozárabe, una lengua derivada del latín y hablada por los cristianos de Al-Ándalus, que tuvo un impacto significativo en el español y en otros idiomas peninsulares.
Esta lengua, que surgió de la fusión cultural entre los cristianos de Al-Ándalus y las influencias latinas, es el mozárabe, y aunque hoy en día está extinta, el mozárabe dejó una huella profunda en el castellano y en otros idiomas peninsulares.
El Mozárabe: Una lengua única
Según el usuario de tiktok, durante la época de Al-Ándalus, el mozárabe era el idioma utilizado por los cristianos que residían en zonas musulmanas. Derivada del latín vulgar y enriquecida por el contacto con el árabe, este idioma fue utilizado en localidades como Córdoba, Granada y Sevilla, y se expandió hacia el norte llegando a lugares como Soria y Castellón. Finalmente, en el siglo XVII, el uso de esta lengua decayó al ser reemplazada por el castellano.
Influencia del Mozárabe en el Castellano y otros idiomas
Aunque el mozárabe desapareció como lengua hablada, su legado aún pervive en el español moderno y en palabras que usamos en nuestro día a día. " Términos como guisante, gazpacho, castillo o alberca provienen del mozárabe y no del árabe", tal y como dice @paneque_2. Además, el mozárabe ayudó a formar palabras en otras lenguas peninsulares, como el valenciano, y dejó rastros en el dialecto andaluz.
Sonidos y palabras que aún resuenan en Andalucía
El andaluz, dialecto característico del sur de España, muestra algunos fonemas que recuerdan al mozárabe. Un ejemplo claro es la sustitución de la “s” por una “h” aspirada al final de las palabras, una particularidad que algunos andaluces conservan en su habla cotidiana, y que tiene paralelismos con el mozárabe. De igual modo, la sustitución de la “l” por la “r” en ciertas palabras es otro rasgo que se observa en Andalucía. Estos sonidos no surgieron al azar, sino que sus raíces históricas vienen del idioma del mozárabe.
Por ejemplo, en mozárabe, la palabra bolsa se decía "borsa", y términos como camisa se pronunciaban "qamija", un sonido que hoy en día se percibe en el habla andaluza.
Una lengua que suena entre el latín y el árabe
El mozárabe tenía una sonoridad única, producto de su mezcla de vocabulario latino y árabe, con influencias románicas que lo asemejan al español, pero con un ritmo y cadencia distintos. Si escucháramos hoy el mozárabe, en su mezcla podríamos recordar una combinación del castellano, árabe e incluso del italiano. Además, muchas de sus palabras, como "biecho" (viejo) o "vermecho" (rojo), encuentran similitud con vocablos catalanes como vermell, que también significa rojo.
Aunque el mozárabe ya no se habla, su influencia sigue viva en la riqueza lingüística de España. Además, el legado de esta lengua extinta se encuentra en numerosas palabras del español moderno y en dialectos como el andaluz, que conservan ciertos fonemas y pronunciaciones del mozárabe. Este legado es un testimonio de las interacciones culturales entre cristianos y musulmanes en la Edad Media, donde el idioma se convirtió en símbolo de identidad y resistencia.
Por lo tanto, la preservación de esta historia lingüística es fundamental para entender la identidad de las comunidades del sur de España y para valorar nuestra herencia cultural. Aunque el mozárabe ya no se habla, su influencia es palpable en la riqueza lingüística de España.
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