Una salida «consensuada» para Susana Díaz cuando «digiera» la derrota

Había puntos frágiles, pero la victoria del alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en las primarias del PSOE andaluz se selló por un margen más amplio del que se esperaba. Con todo, se vivieron momentos de tensión. De hecho, fuentes ligadas a su candidatura desvelan a LA RAZÓN que, cerrada las campañas de todos los equipos, se hizo un trabajo «intenso» telefónico para animar a la participación. Es más, el mismo domingo, día de la votación, dirigentes del partido realizaron puñados de llamadas contra reloj, ante el temor de que en provincias como Granada o Jaén no estuvieran acudiendo «suficientes» militantes a depositar sus papeletas. Esa incertidumbre se volvió alivio en el equipo del regidor hispalense cuando el recuento final dio a Espadas algo más del 55% de los votos, no así en los de los otros dos aspirantes, Susana Díaz y Luis Ángel Hierro.

La derrota muerde como ninguna fiera y ahora toca digerir «el palo». Fuentes de la formación apuntan en concreto a Díaz, para lamentar que no haya «querido ver antes que iba a perder». Hay voces que insisten en que «se tiene que ir ya» y urgen a armar una gestora, después de que la propia socialista avanzara que no intentará revalidar la Secretaría General en el próximo congreso regional, si bien, la mayor parte de las fuentes consultadas por este periódico creen que su salida «no será inminente». Apuestan por abrir «un periodo de tranquilidad» para «evaluar las distintas opciones que hay», dejando claro que «a partir de ahora coordina Juan», lo que, a juicio de los sondeados, «pasa porque ella se tiene que ir, más bien antes que después». Lo que está en juego es si se logra «que sea por las buenas o por las malas», si consiguen una solución «de consenso».

El vicepresidente primero del Congreso de los Diputados y secretario de área de Relaciones Institucionales y Administraciones Públicas de la Ejecutiva federal del PSOE, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, deslizó en una entrevista en Canal Sur Televisión que él «habría dimitido», de estar en la posición en la que se encuentra Díaz, para hacer ya «de derecho» el liderazgo «de hecho» que ostenta Espadas. Éste cree que la cohabitación de él como candidato a la Presidencia de la Junta y ella como secretaria general se resolverá «con sentido común», según aseveró en varias entrevistas. Lo que sí dejó claro en Onda Cero es que habrá cambios en el Grupo Parlamentario Socialista, que hasta ahora había capitaneado Díaz al ser su presidenta y que será reformado en función de los intereses del nuevo cuadro de mandos. Las diputadas Ángeles Férriz y María Márquez están llamadas a ocupar en ese espacio lugares destacados. Los cambios se harán «sin prisas, pero sin pausa», a la luz de lo expuesto desde el entorno del alcalde, quien insistió en que pretende que los movimientos se realicen de forma coordinada con la aún líder del PSOE-A. Para que esto sea así, «ella tiene que querer», matizan otras fuentes.

En ese escenario, desde el ala de los históricos del partido, recuerdan que «si se pretende tener alguna opción» en la batalla por recuperar el Gobierno andaluz, «no basta con ganar las primarias». «Hay que transformar el resultado en una aglutinación de todo el partido de cara a cuando haya elecciones», avisan. En otras palabras, que queda trabajo de costura por hacer y, a juicio de los veteranos, «el objetivo principal debe ser que la gente se dé por reencontrada en el partido y se aglutinen de cara a los comicios regionales».