"Las crónicas del salitre"
El sonido de Andalucía
“«Triana», el grupo y no el barrio, habían sido los primeros en abrir la puerta del Rock Andaluz, término que su mánager Gonzalo García Pelayo se encargó de utilizar mercantil y sabiamente”
«Medina Azahara» tomó prestado el nombre de los restos del palacio que duerme en Córdoba. «Los Medina», así llamados por el personal musiquero de la tierra, surgidos a finales de los 70 en pleno y merecido pelotazo, venían de tocar y cantar en casetas de feria, haciendo el «guachi chuachi» (lo de «My Taylor Is Rich» aún era para unos pocos elegidos). «Triana», el grupo y no el barrio, habían sido los primeros en abrir la puerta del Rock Andaluz, término que su mánager Gonzalo García Pelayo se encargó de utilizar mercantil y sabiamente. Aún hoy día sorprende el sonido que lograron en sus primeros tiempos. Con ellos lo autentico chorreaba por todas partes y haber logrado sacar aquellas inmortales canciones a equipos técnicos tan rudimentarios, era cuanto menos, como para hacerles una sonora peineta a los ingenieros londinenses de Abbey Road. «Alameda», con Pepe Roca, cuya voz sigue siendo de almíbar apabullante, fueron capaces de fusionar copla andaluza y rock a partes iguales. Vinieron «Cai», «Guadalquivir», ¡Ay ese Manglis de mi alma!, «Cuarto Menguante», «Veneno», sí, donde estaba Kiko con los Amador, sorprendentes desde la portada (chocolate marroquí de primer nivel, paisa). Los rotundos «Mezquita» con un primer disco a prueba de bombas y realmente poderosos en directo… y por último la novedosa delicadeza de «Imán Califato Independiente», cuatro tipos, con Manuel Rodríguez a la cabeza, que jugaron con el rock sinfónico más exquisito, para llenar de sintetizadores el lebrillo de la música arábigo andaluza. No fue de extrañar que «Lole y Manuel» los eligieran para grabar alguno de sus discos. Entre todos ellos y algunos más, los cordobeses «Medina Azahara» se sacaron de la chistera un himno llamado «Paseando Por La Mezquita», que hasta fue sintonía de la programación andaluza de TVE. Fueron la alineación planetaria perfecta: «Triana» eran los padres de todo aquel circo, pero ellos tenían la garra y sabían llegar a la gente del sur a la par que eran capaces de llenar un polideportivo en Madrid o en Baracaldo. Hoy es 28 de febrero y esta humilde parida va por ellos, y por Miguel Ríos que se guisó un «Al-Andalus» de quitar el hipo. Va por los que se recorrían España llevando Andalucía en sus gargantas e instrumentos cuando no se habían inventado las autovías. ¿Dónde vistes por primera vez a Triana?, me preguntaron hace poco. «En el patio del que había sido mi colegio, el Saliano de Montilla», respondí. Medina Azahara de teloneros y los sevillanos presentando su disco «Sombra y Luz», ea. Fue uno de mis primeros conciertos y flipé en colores… es más, recuerdo a una nota vendiendo chocolate entre el público a un precio irrisorio; el mosqueo de los interesados venía cuando ella les ponía la tableta de Chocolate Virgen de los Reyes en la mano. Más de cuatro se mosquearon, pero otros se lo pasaron en grande viendo a «Triana» con toda la boca llena de los mejores «churretes» chocolateros.