Salud y bienestar
¿Sabías que no dormir bien favorece las enfermedades y deteriora tu salud? Así puedes evitarlo
Seguir buenos hábitos de sueño, a lo que puede contribuir una nutricosmética bien formulada, mejora nuestras funciones fisiológicas y cerebrales y alarga la esperanza de vida
Dormir es un placer… si no te cuesta conciliar el sueño, no tienes despertares nocturnos y cuando te levantas te sientes descansado. En caso contrario, se puede convertir en una pesadilla diaria. El problema es que muchas veces subestimamos la importancia que tiene no seguir unos hábitos de sueño saludable, y no deberíamos, porque los efectos sobre nuestra salud pueden ser serios.
De acuerdo con la Sociedad Española de Neurología (SEN), existen cerca de 100 trastornos del sueño clasificados y son numerosas las personas que conviven con enfermedades que, por su sintomatología, interfieren en su buen descanso. El 48% de la población adulta española, según los datos de esta organización, no tiene un sueño de calidad y más de 4 millones padece algún tipo de trastorno crónico o grave, pero, sin embargo, solo un 10% de las personas está diagnosticada. Y eso pese a que la calidad del sueño es uno de los pilares básicos de la salud y la longevidad. Como señala el doctor Álvaro Campillo, cirujano general y digestivo en el Hospital General Universitario J.M. Morales Meseguer (Murcia) y socio de Kobho Labs, “un sueño adecuado mejora, entre otras cosas, la memoria, el estado de ánimo, el humor y equilibra nuestras funciones tanto fisiológicas (corazón, riñón, hígado, etc.) como cerebrales”.
Sin embargo, ya sea por el ritmo de vida que llevamos, por nuestros hábitos o por razones fisiológicas, muchos de estos beneficios pueden verse mermados por un déficit de sueño reparador, que puede tener su origen en múltiples causas. “Detrás de este problema hay tanto causas orgánicas, como los ronquidos o el síndrome de piernas inquietas, como enfermedades primarias, tal es el caso de dolencias degenerativas, psicológicas o psiquiátricas. También intervienen otras motivaciones de origen externo relacionadas con las rutinas preparatorias del sueño, los hábitos de vida activa durante el día, los horarios regulares e, incluso, el control de nuestras emociones. Estos factores condicionan la posibilidad de disfrutar de un sueño robusto”, explica la doctora Carla Estivill, directora y responsable de investigación en la Fundación Estivill Sueño.
A largo plazo, las consecuencias de no dormir bien pueden impactar de manera relevante sobre la salud, en especial en lo que se refiere al equilibrio metabólico, predisponiendo a la obesidad y/o la diabetes. Pero no solo. El déficit de sueño también está relacionado con una mayor debilidad del sistema inmunitario, además de repercutir negativamente en el equilibrio cardiovascular o de acelerar el envejecimiento prematuro y el aumento del deterioro cognitivo.
¿Cuántas horas deberíamos dormir?
Hay que tener en cuenta que los patrones de sueño se alteran con el paso de los años. De esta manera, si de niños pasamos en la cama entre 11 y 12 horas, y de adolescentes entre 9 y 10 horas, en la edad adulta basta con 7 u 8, y algo menos en el caso de las personas mayores, por lo que resulta interesante complementar el sueño nocturno con una siesta corta durante el día.
En todo caso, no siempre dormimos igual. El paso de las estaciones también altera el sueño. Como apunta la doctora Estivill, esta circunstancia resulta más evidente, sobre todo, en el período otoñal, debido a la disminución de las horas de sol. “La luz natural es el principal sincronizador de nuestro ritmo biológico, del tránsito de la vigilia al sueño y viceversa. Cuando su número de horas se reduce, tendemos a sentirnos más somnolientos y, en muchas ocasiones, con cierta sensación de astenia. Este escenario con menos iluminación, una actitud menos positiva y una falta de energía frente a las emociones y el estrés contribuye a un sueño de peor calidad en este periodo”.
Como la edad, el sexo es otro de los condicionantes naturales del sueño. Y si bien hombres y mujeres sufren insomnio, las causas son diferentes. Así, mientras que en el caso de ellos el elemento más determinante es el estrés, en las mujeres se debe, principalmente, a alteraciones hormonales, especialmente en el periodo de la perimenopausia y menopausia, que promueven desajustes también en las hormonas que favorecen el sueño, según confirma la doctora Estivill.
La nutricosmética, un avance cualitativo
A la vista del continuo incremento de las personas afectadas por problema de sueño, la suplementación se ha revelado como una de las opciones más eficaces, sino para solucionar totalmente el problema, sí al menos para paliar sus consecuencias.
Tradicionalmente, las esperanzas para conseguir un sueño reparador se han puesto en la melatonina, una hormona antioxidante y con muchas propiedades fisiológicas, que se secreta por la noche para inducir el descanso nocturno y que a partir de los 35 años nuestro organismo comienza a producir en menor cantidad. Y aunque la suplementación con melatonina sea interesante y de utilidad dista mucho de ser el remedio universal, como matiza el doctor Campillo, quien considera que el problema del sueño tiene que abordarse desde una perspectiva más global, tratando asuntos como el embotamiento o la somnolencia al despertar, la mejora en la inducción del sueño, en su duración etc. “Cualquier suplemento que tenga por objetivo abordar el sueño de una manera integral debería tener al menos otros 5 o 6 principios activos (como GABA, ashwagandha, glicinato de magnesio, azafrán…) además de melatonina”, asegura.
A partir de esta idea, Kobho Labs ha desarrollado Neuro Sleep, un suplemento de nueva generación para propiciar un sueño reparador y con el que esta start up, fundada en 2023 por Ignacio Arrieta y Eduardo Arríen, quiere superar las limitaciones de las otras alternativas con un lanzamiento absolutamente novedoso en el mercado. “Se trata de un único complemento que cubre todos los aspectos fundamentales que alteran el sueño. Su composición incluye varios principios activos que, además de generar sinergias entre todos sus componentes, actúan en los 5 los factores determinantes del buen descanso nocturno, los denominados factores OSA”, afirma el doctor Campillo.
Los factores OSA, descritos en el Cuestionario de Sueño de Oguri-Shirakawa-Azumi, una herramienta que evalúa la calidad del descanso y detecta los distintos tipos de problemas del sueño, son estos (pueden presentarse de forma individual o conjunta):
• OSA 1: evita la somnolencia al despertar
• OSA 2: mejora la inducción y el mantenimiento del sueño
• OSA 3: evita los sueños vívidos frecuentes
• OSA 4: revierte el embotamiento al despertar
• OSA 5: prolonga la duración del sueño
Además, el suplemento Neuro Sleep, formulado y fabricado íntegramente en España, optimiza la biodisponibilidad de cada uno de sus ingredientes combinando una cápsula liposomada con un vial bebible al que se le han añadido los principios activos que mejor favorecen su absorción en forma líquida.