Tecnología
El ‘Gran Hermano’ francés que controla si llevamos la mascarilla puesta
Este lunes, Francia comienza a abrir con cautela un desconfinamiento que, entre otras medidas, implica el uso obligatorio de estos elementos de protección en espacios púbicos
La desescalada española va a estar rodeada de tecnología. De mucha tecnología, mejor dicho. Ya saben que Apple y Google están desarrollando un proyecto conjunto para rastrear los contactos del COVID-19 en la población. También que el Gobierno ha puesto en marcha distintas apps para controlar esos síntomas sospechosos que generan tantos quebraderos de cabeza.
Sin olvidar que se tomará la temperatura en las tiendas, se controlará la fiebre con cámaras térmicas en los aeropuertos o se utilizarán drones en las playas para evitar aglomeraciones. A lo que hay que sumar pulseras, mascarillas, apps, trajes... En todos estos casos, se plantea una misma pregunta: ¿qué pasará con nuestros datos?
La posibilidad de que alguien, por oficial que sea, sepa dónde estamos en un preciso momento o cómo mejoramos ante la enfermedad preocupa a muchas personas. Especialmente, cuando estos pueden ser utilizados para comprobar si cumples con las normas o no. Como ya está ocurriendo en Francia. Un proyecto piloto desarrollado en París comprobará, durante tres meses, si los usuarios llevan la mascarilla puesta. ¿Cómo? Utilizando un algoritmo que controlará las cámaras de seguridad ya instaladas en este servicio. De esta forma, a través de un sistema de análisis en tiempo real, se detectarán casos gracias a una conexión wifi.
La empresa responsable de esta Inteligencia Artificial es la startupDatakalab, cuya tecnología llega en el mismo momento en que el Gobierno de Emmanuel Macron inicia la desescalada. Este lunes, Francia comienza a abrir con cautela un desconfinamiento que, entre otras medidas, implica el uso obligatorio de la mascarilla en espacios púbicos. De tal modo que, en caso de no cumplirse, hay quienes vaticinan multas de hasta 135 euros, aunque esta cuestión aún no se ha concretado.
Tal y como señala Bloomberg, esta iniciativa ha recibido duras críticas tanto de internautas como de la Comisión Nacional de Informática y de las Libertades (CNIL). Pero hay que tener en cuenta que, a pesar de que el desarrollo de esta tecnología y el inicio del desconfinamiento coincidan en el tiempo, la realidad es que el Ejecutivo francés no la ha solicitado. Sino que la empresa la ha desarrollado para la gestora del metro de París.
¿Con qué objetivo, entonces? Meramente estadístico. En ningún momento, se grabará, se identificará o se rastreará a aquellas personas que no la porten. Por lo que, en todo momento, sus responsables estarían cumpliendo con el reglamento de Protección de Datos vigente en el país. Según sus creadores, estamos ante un proceso educativo (y no coercitivo) que estudia cómo “distribuir mascarillas a las personas que las necesiten, promover su uso en espacios públicos, administrar las colas donde el consumidor puede pasar mucho tiempo y garantizar la seguridad del personal y del público”
Esta tecnología se podría incorporar también a mercados, centros comerciales, estaciones, aeropuertos, hospitales, hoteles, colegios... pero siempre teniendo en cuenta que (por ahora) el fin es hacer números (los datos se recogen en intervalos de 15 minutos) y saber si la ciudadanía está totalmente concienciada o no de las medidas de seguridad adoptadas. Si la respuesta es negativa, entonces habría que estudiar otras opciones más estrictas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar