Wanda, obligado a pisar el freno
El gigante inmobiliario chino deja atrás su voraz apetito comprador por todo el mundo y desinvierte a toda velocidad, animado por Pekín, para compensar la enorme deuda del grupo y del país.
El gigante inmobiliario chino deja atrás su voraz apetito comprador por todo el mundo y desinvierte a toda velocidad, animado por Pekín, para compensar la enorme deuda del grupo y del país.